LOS resultados de las elecciones europeas celebradas ayer dibujan escenarios de análisis paralelos y a buen seguro tendrán consecuencias más allá de la representación lograda en la Eurocámara por cada fuerza política, en función también de que el universo de observación sea Euskadi, el Estado español o los distintos países que componen la UE. En lo más cercano, las urnas vuelven a colocar una vez más al PNV como el partido más votado y los jeltzales revalidan su liderazgo en la CAV, con lo que las urnas han premiado el trabajo de Izaskun Bilbao, que conservará su escaño y su voz durante otros cinco años. EH Bildu, por su parte, mantiene su pugna con especial fuerza en Araba y también en Nafarroa, e irrumpe con fuerza en Europa al lograr también un escaño para Josu Juaristi. En cambio, tanto PSE como PP sufren un importante castigo, similar al que cosechan a nivel del Estado, y pierden posiciones y apoyos de manera alarmante. Especialmente revelador es el hecho de que Carlos Iturgaiz ha perdido su acta de eurodiputado tras diez años en Estrasburgo. En cuanto a España, y teniendo en cuenta que la abstención no ha llegado al récord que se temía, el desplome de PP y PSOE es espectacular, en especial de los socialistas, que no logran aprovechar el desgaste de las medidas del Gobierno de Rajoy y es acechado por la izquierda tanto por parte de IU como, en especial, por la espectacular irrupción de Podemos, que logra cinco escaños, un hito sin precedentes. El liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba queda seriamente dañado y su futuro es más que incierto. El PSOE deberá tomar medidas urgentes si no quiere dilapidar aún más a medio plazo el menguante capital que posee. El fuerte castigo a populares y socialistas dibuja un interesante panorama en el que se ha roto de facto el bipartidismo en España. De hecho, la Eurocámara tendrá hasta diez formaciones estatales representadas, un hecho insólito. Mención aparte merece el triunfo, por primera vez en la historia reciente, de ERC en Catalunya con el debate soberanista en pleno apogeo. En cuanto al conjunto de Europa, y en la medida que se resquebraja también el bipartidismo y gana el PPE por la mínima, destaca el más que preocupante auge del populismo, el antieuropeísmo y la ultraderecha, que gana con holgura en Francia. Europa tiene aún las costuras abiertas y su gobernabilidad será muy complicada.
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