Responsabilidad cooperativa
Entremezclar el ámbito del compromiso de las instituciones públicas y el de la competencia en la gestión privada en el caso de Fagor supone ocultar la realidad y desconcierta respecto a un modelo que, en todo caso, ni está ni debe estar en cuestión
LA deriva hacia el concurso de acreedores de Fagor Electrodomésticos (FE), que debería hacerse efectivo antes de la tercera semana de diciembre en virtud de la Ley Concursal, y especialmente su razonamiento en la falta de financiación para el plan de viabilidad que se planteó en verano parecen confundir, o cuando menos entremezclan, el ámbito de la responsabilidad que obliga a las instituciones públicas y el de la competencia en la gestión privada. No es otra cosa lo que deja entrever la nota conjunta del Consejo Rector y el Consejo Social de Fagor Electrodomésticos al situar en el mismo plano de la petición de financiación "a la Corporación Mondragón y a distintas instituciones autonómicas y estatales". Sin embargo, y aun cuando dentro de las responsabilidades públicas se cuente la de ofrecer apoyo y cauces para su asentamiento económico y laboral a empresas y sectores productivos -ahí está, sin ir más lejos, el Plan Renove de máquina herramienta, dotado con 9,5 millones de euros que se anunció ayer-; trasladar a las instituciones siquiera parte de unas exigencias de financiación que al parecer ascienden a 170 millones de euros supone ocultar la realidad a los trabajadores afectados -propios y ajenos, ya que Fagor cifra la pérdida de 4.000 empleos en Euskadi en proveedores, contratas y comercios- y desconcertar a la sociedad vasca respecto a lo que, como la propia FE dice, ha sido "una marca notoria y de prestigio" y, en consecuencia, respecto a un modelo que, en cualquier caso, ni está ni debe estar en cuestión. Y precisamente porque no está en cuestión es cuando menos reseñable, aun cuando se justifique en las posibles consecuencias para la viabilidad del global del grupo, que la Corporación Mondragón no asuma ningún tipo de responsabilidad cooperativa añadida al apoyo de 300 millones de euros ya realizado para la refinanciación de la deuda de 800 millones (90 millones de déficit en 2012 y 60 en el primer semestre de 2013) de Fagor Electrodomésticos por no considerarlo viable. Especialmente cuando algunos de los que hoy lideran MCC proceden de la propia FE e incluso fueron partícipes directos en el diseño y puesta en práctica de una estrategia de adquisición de tamaño e internacionalización que no es ni mucho menos ajena a la actual situación de la compañía.