Presupuestos con exigencia

EL proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma Vasca para 2014, aprobado ayer en el Consejo de Gobierno que preside Iñigo Urkullu, otorga fundamento en cifras a la anunciada mayor presión impositiva, sin la que sería imposible alcanzar el aumento de 899 millones (10.215 millones de euros frente a los 9.316 del anteproyecto de 2013, finalmente retirado). Conocidas las líneas generales del proyecto presupuestario, la reforma fiscal supone a través del incremento de las aportaciones forales poco más de la mitad de esos 899 millones y no solo se antoja imprescindible para un eficaz desarrollo de la propia acción de gobierno, que lo es, sino también para cuadrar un balance con vocación de incidir en tres grandes ejes: los de empleo, inversión y servicios sociales. Sin olvidar la necesidad de afrontar el incremento exponencial, casi la mitad del aumento real del gasto en 2014 respecto a este año, de las devoluciones de deuda y amortizaciones a las que han obligado gestiones precedentes y a las que han contribuido actitudes más recientes de oposición que podrían tomarse por no demasiado responsables. Ahora bien, el mismo fundamento que el proyecto de Presupuestos otorga a la necesidad de una mayor presión impositiva se torna también en exigencia al Ejecutivo -y a sus potenciales socios- de compromiso para que aquella se dirija a una reactivación económica sin la que los esfuerzos en materia social, incluido el principal reto del empleo, pueden resultar si no baldíos sí insuficientes por circunstanciales. En este sentido, el esfuerzo que avanza el proyecto presentado por el Gobierno Urkullu en materia de empleo es notable, tanto que es el Departamento con un mayor crecimiento presupuestario, del 19,7%, aunque quede por concretar qué parte de dicho crecimiento se destinará a las Rentas de Garantía de Ingresos. Y el capítulo inversor de las cuentas también presenta un esfuerzo añadido del 10% respecto a este año. Pero en ambos casos soporta los límites que impone lo que el consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, define como el "modelo vasco de desarrollo sostenible", es decir, el compromiso de mantenimiento de los niveles de calidad en los servicios esenciales de Sanidad, Educación y Políticas Sociales, cuya exigencia y sostén debe sincronizar la sociedad vasca.