AUNQUE no están en el desierto, algunos aspirantes a conquistador del fin del mundo ven espejismos. En vez de alucinar con un oasis lleno de agua potable, sufren una variante del síndrome de Carpanta, aquel personaje que salió del lapiz de Escobar y se pasaba las viñetas soñando con pollos asados. El equipo de los Pumas solo piensa y habla de la comida que no tienen e incluso de la que se olvidan cuando cambian de campamento. Son tan chorlitos que, estando a punto de morir de inanición, ninguno se acordó de coger las dos únicas latas que les quedaban antes de partir para el Juego de Inmunidad. La debacle está afectando sobre todo a Aitor Armada. "Todas las noches antes de dormir no me puedo quitar el bocadillo de chorizo de la cabeza", admite el joven de Zorno-tza que en el casting aseguró que le gustaba sufrir... pero parece que no era hambre. Después de relatar sus intimidades intestinales y sus problemas para descomer, es de agradecer que ahora solo comparta con la audiencia que está "mal de las tripas". En el equipo rojo la obsesión es tan abrumadora que Happy Blanca se ha hartado. Como tiene mejor carácter que los otros capitanes, se ha limitado a llamar "manzanas picadas" a sus tres pupilos más quejicas. Seguro que la esquiadora se acordó de la profesora de baile de Fama, la que decía eso de "queréis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar". En su lugar, solo aseguró: "Me da rabia, ya sabían que venían a pasar hambre y frío", que traducido viene a ser lo mismo que afirmaba Debbie Allen en la serie. Diana se ha mosqueado: "No voy a ser una manzana picada, voy a ser una manzana callada", así sin más. Sin explicar si va a ser reineta, golden, pink lady o granny smith... La imagen de una manzana mosqueada apretando los dientes es muy graciosa y ha habido suerte porque si una campeona europea de karate kyokushin se enfada puede haber más que palabras. En lugar de eso, la rabia contenida hizo que ganara El Duelo. Y no fue fácil porque su capitana, que debía orientarla en el laberinto, tiene problemas para distinguir la izquierda de la derecha y estuvo a punto de sufrir un ataque de nervios cuando no acertaba a ver la salida. Su victoria eliminó a Cone, la penúltima piche en liza, que hace cuatro semanas fue adoptada por los Guanacos. El harén de ingenuas del capitán Goku ha menguado tanto que se avecina una opa hostil y la desaparición del equipo. Si él supiera las críticas que le hacen Cóndores y Pumas, las afrentas a su virilidad, igual no se habría apuntado a la inmunidad vitalicia... O sí, porque desde que se dejó arrollar por una vaquilla en El conquistour tiene claro su objetivo: ganar esta edición. Y es un objetivo más realista que el de la gasteiztarra Aran-tza, la tercera manzana picada, que busca "un chico guapo y con trabajo". ¿Se habrá confundido de programa? ¿O de país? ¡Esta es más ingenua que las guanacas!