Cada vez que dan comienzo los espacios informativos de los medios de comunicación o las tiradas de la prensa diaria que llegan a la calle para ser distribuidos es para echarse a temblar.
La reforma del sistema de pensiones nos obligará a trabajar más años y a cotizar más tiempo para cobrar una prestación que en la mayoría de los casos estará por debajo de nuestras expectativas.Con este panorama que se anuncia a bombo y platillo, la juventud en paro, sin estudios, no reciclada suficientemente ¿qué les depara el futuro? Y los desempleados o en paro ¿qué expectativas pueden tener a estas alturas de los anuncios políticos del día a día? Los que ya estamos curtidos en estas lides de la jubilación, los pasivos de esta sociedad tampoco podemos echar las campanas al vuelo pues año a año vemos mermar nuestro poder adquisitivo y pensamos hasta donde podremos subsistir; inclusive ayudando a los miembros familiares que están en situaciones de urgencia social.
Ahora, como siempre sucede todos los eneros, sube la tarifa de la electricidad, los medios de transporte públicos, los medios de comunicación, la prensa, los gastos cotidianos más perentorios para las ciudadanas y ciudadanos de a pie. Y en otras latitudes del mundo ¿qué sucede?, ¿en los países emergentes? Los hay, que han salido ilesos de esta crisis y han pelechado maravillosamente y hoy son atalayas hacía donde dirigir nuestras miradas y muchos de nuestros jóvenes sus pasos para poder encontrar ese refugio que le brinde seguridad, estabilidad y bienestar. Esta crisis económica que nos acogota, también es una crisis de valores donde ponderamos la ley del más fuerte la ausencia de responsabilidad y la costumbre en satisfacer las necesidades inmediatas.
Ha llegado el momento en que nuestro ejercicio de responsabilidad individual nos exige que cada uno de nosotras y nosotros asumamos primero las obligaciones con nosotros mismos, con nuestro entorno más cercano, Euskadi y con la sociedad en su conjunto. Teniendo presente que no todas las obligaciones debemos y podemos descargarlas en el Gobierno vasco, porque ni este puede asumir tamañas responsabilidades ni es un modelo de eficiencia y eficacia en su puesta en marcha. Todas y todos juntos sacaremos a este país adelante.