Ahora, al Sr. Basagoiti se le ocurre la gran idea que para ahorrar el lehendakari viva en su casa de Durango. Quizás yo también esté de acuerdo con él.
Nuestro lehendakari debería tomar el ejemplo de su jefe (el jefe de Basagoiti), el cual ha abandonado La Moncloa y se ha ido a vivir a un pisito, o el ejemplo de su rey, que abandona su palacio, o el de su príncipe, al que le pagamos entre todos su hipoteca.
Mire Ud. Sr. Basagoiti, cuando su partido sea un ejemplo de austeridad, que sus altos cargos no tengan las primas de productividad... o como se diga, que el presidente de la Comunidad de Galicia deje de vivir en el palacio de Monte Pío, que la Sra. de Cospedal -cierto es que vive en se lujoso chalet- prescinda de sus seis policías -que seguro que no los paga ella-, que el presidente de Asturias deje de vivir en la vivienda habilitada en sede del gobierno, que el presidente de Canarias, el Sr. Paulino Rivero (CC pero apoyado por el PP), que ha gastado más de 300.000 euros en las obras de mejora y acondicionamiento de su residencia oficial de Las Palmas de Gran Canaria, al tiempo que hizo un gasto de 11.458 euros para dormir en un hotel cercano mientras duró la reforma. Y... ¿seguimos Sr. Basagoiti?
Pero todos los ejemplos -exceptuando el de su rey y su príncipe- quizás sean necesarios siempre y cuando no sea dilapidando el dinero de los contribuyentes -como el presidente de Canarias-. Yo quiero para mi lehendakari una sede en la cual pueda recibir a otros mandatarios, a industriales y políticos, un lugar acorde con un lehendakari que está representando a todo un pueblo.
¿Cuál es el problema Sr. Basagoiti? ¿Quizás sea porque ni usted ni ninguno de su partido lo ocupará jamás? ¿Porque no volverán a usurpar la Lehendakaritza a un nacionalista? Ahora ya está la izquierda abertzale y la suma nacionalista es abrumadora. Sr. Basagoiti, arregle su casa que tiene trabajo y deje tranquila la del vecino.