Siempre había creído que la huelga es el arma que tenemos los trabajadores y trabajadoras contra el patrón -en este caso el Gobierno de España- en su política de acoso y derribo contra los derechos de los más débiles, pero el espectáculo al que por desgracia nos tienen acostumbrados los aparatos sindicales que funcionan en Euskal Herria, me hace pensar que la huelga se ha convertido para estos en un arma de competencia entre ellos, en los que a los trabajadores nos sitúan fuera del terreno de juego, pasando a ser meros espectadores de su espectáculo bochornoso.
No entiendo, no comparto la postura de LAB y ELA, que en septiembre denunciaban la actitud de CC.OO. y UGT por no movilizarse y unirse a la huelga contra los recortes y que ahora ellos hagan lo mismo que los sindicatos a los que criticaban. No comparto, no entiendo a CC.OO. y UGT que esperan a que Euskal Herria se movilice en solitario con la huelga general, para a continuación convocar ellos su huelga cuando ya en septiembre la urgencia de una respuesta unitaria a las medidas antisociales del Gobierno eran imprescindibles.
Me pregunto qué está pasando hoy en estos sindicatos oficiales. Me pregunto si habéis pensado que nos estáis obligando a los afiliados de unos y otros sindicatos a ser insolidarios si seguimos vuestras razones, justificadas desde los despachos de cada cual. Y me pregunto también por qué no se nos da la oportunidad de hablar a los trabajadores y afiliados de unos y otros, porque no me cabe duda que muchos afiliados de CC.OO. y UGT no entendieron a sus direcciones y miraron con envidia solidaria cómo hacíamos en septiembre la huelga en Euskal Herria; lo mismo que muchos afiliados de LAB y ELA no entendemos los argumentos de nuestras direcciones respectivas, ni su incapacidad de llegar a acuerdos en momentos tan graves como el actual. Porque si en septiembre había motivos para salir a la huelga, a día de hoy se han incrementado si cabe con el aumento del paro vertiginoso en octubre, con la aprobación de los ERE en las Administraciones y un largo etcétera.
No podemos consentir que Euskal Herria sea una de las naciones europeas que mire hacia otro lado ante esta convocatoria de la Confederación Europea de sindicatos
Por todo esto, no me queda más remedio que ser insumisa a la dirección de mi sindicato y unirme mañana, 14 de noviembre, al resto de trabajadores en huelga.