Pertenezco a una familia de médicos y siempre he admirado la profunda dedicación de esta profesión a mejorar y salvar vidas. Es más, empiezan la carrera con ese único objetivo y se dedican en cuerpo y alma hasta su jubilación para que los demás vivamos mejor. Por eso es tan injusto que, sin una sentencia firme por parte del juez, se someta a un cirujano de la valía de Enrique Moreno a este juicio paralelo en los medios por la muerte del cantaor Enrique Morente.
El doctor Moreno ha salvado la vida a muchos pacientes que habrían muerto de no ser por su experiencia y saber hacer. No solo le avalan sus títulos, que no enumero porque dejaría de ser una carta al director, también su calidad humana y el cariño con que trata cada caso, de manera individual. Sobre todo, por esto último tiene tantos pacientes, porque se agarran con fuerza a la sabiduría de sus manos y la inmensa mayoría puede contarlo después. En la profesión se le conoce como dios, pero desde luego, su principal característica es que es un ser humano.
Por estas razones, y teniendo en cuenta la situación, a muchos de nosotros, médicos o no, nos ha encantado que la nueva presidenta del Colegio de Médicos de Madrid haya anunciado que va a crear la figura del Defensor del Médico. Espero que su primera intervención pública sea para intentar parar los ataques desmesurados y profundamente injustos a una persona que, como el doctor Moreno, luchó hasta el final por salvar la vida a Enrique Morente.