Síguenos en redes sociales:

Negociación colectiva en Euskadi: caminando hacia el abismo

VOY a comenzar por el final. Tenemos muchas papeletas para que la Negociación Colectiva territorial en Euskadi pase a la historia definitivamente en los próximos meses si los agentes sociales no la ponemos en valor y si los sindicatos no terminan de entender que la Reforma Laboral es una realidad incuestionable y que no se pueden mezclar 'churras con merinas'. Pretender invalidar la Reforma poniendo a las empresas vascas como condición para negociar la asunción de una serie de cláusulas antirreforma es, además de un error, una temeridad jurídica.

Que la Negociación Colectiva en Euskadi es ineficiente desde hace años es evidente y ya lo he expresado en numerosas ocasiones en entrevistas y en artículos de opinión en este mismo periódico. Voy a tratar de explicar los porqués de una manera resumida:

-En primer lugar, porque se realiza a espaldas de la realidad económica y empresarial de su entorno. En este sentido, en los últimos años hemos visto cómo las plataformas sindicales mantenían reivindicaciones salariales y de jornada laboral al margen de lo que se planteaba en nuestro entorno económico, sin tener para nada en cuenta que los costes han sido y son un elemento de competitividad de primer orden para las empresas vascas (y para las alemanas también).

-En segundo lugar, porque se han mantenido en los mismos textos de los convenios, cláusulas incorporadas en los años 80 que nada tienen que ver con las necesidades de nuestra economía en la actualidad.

La eliminación de la ultraactividad, debería ofrecer alguna solución a este problema puesto que obliga a las partes a desbloquear la Negociación Colectiva provincial que lleva años paralizada.

-Finalmente, porque los Convenios Colectivos, hasta el momento, no se han entendido como instrumentos de competitividad para nuestras empresas, sino solamente como elementos de reivindicación laboral.

Resulta necesario que los convenios colectivos no solo cumplan una función protectora de los derechos de los/as trabajadores/as, lo cual consideramos también esencial, sino también de los intereses empresariales. La función protectora debe ir en ambos sentidos, y más aún en un contexto económico como el actual. Solamente si hay empresas habrá empleo.

Pretender ahora, con la que está cayendo, que los empresarios vascos evitemos o eliminemos la aplicación de la Reforma Laboral previamente al inicio de la negociación es inaudito. Imagínese el lector si hace un año, Cebek no se hubiera sentado a negociar porque la legislación vigente entonces no fuera (como no lo era) de nuestro agrado, porque no permitía la flexibilidad organizativa (la tan demandada adaptabilidad), que ya era algo implantado en Alemania, Francia o Holanda.

Hace unos meses, Confebask, LAB, UGT y CC.OO. trabajamos conjuntamente para tratar de blindar los ámbitos de negociación que nos hemos dado desde hace ya años y que nosotros venimos defendiendo porque deseamos una negociación cercana a las necesidades de la empresa y nuestro territorio. Hoy no parece nada fácil retomar, no ya las conversaciones de entonces, sino el espíritu que nos llevó a sentarnos en aquella Mesa.

Tal y como está redactado el Real Decreto Legislativo actualmente en vigor, pasados dos años desde la finalización del plazo de aplicación temporal de nuestros convenios colectivos, sin que haya acuerdo para renovarlos por parte de los agentes sociales, las condiciones laborales que se aplicarán a los/as trabajadores/as vascos serán aquellas fijadas por los convenios de ámbito superior, esto es, los convenios estatales.

Nosotros hemos apoyado la eliminación de la ultraactividad que es un acicate necesario para que los contenidos de los convenios no se eternicen. Pero asimismo, si los negociadores ni siquiera nos sentamos a negociar, la supresión de la ultraactividad tendrá como consecuencia la desaparición de los ámbitos y los marcos más cercanos al territorio y la directa aplicación de las condiciones laborales que se marquen desde ámbitos estatales.

Se trata de un tema suficientemente importante como para que los agentes sociales vascos digamos lo que pensamos. O bien deseamos una Negociación Colectiva estatal que es lo que se consigue con el actual bloqueo sindical. O bien queremos negociar y llegar a acuerdos con el nuevo marco jurídico-laboral en vigor tras la Reforma y afrontamos con seriedad un sistema de Negociación Colectiva propio en Euskadi, con contenidos, donde nuestras empresas cuenten con elementos suficientes para gestionar su actividad, utilizando elementos de flexibilidad y adaptabilidad que ya tienen sus competidores. Nosotros apostamos por esto último.