Sobre el conflicto vasco
Todos queremos la paz, pero no acabamos de encontrar el camino que nos lleve a ella. ¿Cuál es el problema? Desde mi punto de vista que unos, los que tienen la sartén por el mango, ponen por delante la paz y los otros, el heterogéneo mundo abertzale, la justicia. Me refiero a los interlocutores en el conflicto político vasco.
Por una parte, españoles y vascos constitucionalistas que no reconocen al Pueblo Vasco, a la nación vasca sin Estado. Son quienes niegan la existencia del tal conflicto y califican a cualquier abertzale, con pasmosa frivolidad, de cómplice del terrorismo, terrorista o asesino, llenando las cárceles de demasiada gente inocente.
Por otra, abertzales que se consideran solo vascos, con una identidad política propia y diferenciada de la española. Son quienes reivindican por todos los medios a su alcance, más o menos legítimos, la soberanía de su Aberri.
Concretemos un poco más las diferencias entre constitucionalistas y abertzales. Para los primeros los pasos a dar, para llegar a una convivencia sostenible, son 1. Paz. 2. Justicia. 3. Reparación. 4. Reconciliación.
El colectivo Ekitarte parece caminar por esta vía. Sin embargo, para los abertzales la justicia debe de ir por delante, porque sin ella una paz verdadera y sostenible es imposible. En este sentido el recorrido habría de ser 1. Reconocimiento de todas las injusticias. 2. Justicia. 3. Paz. 4. Reparación 5. Reconciliación.
Con esta premisa, sentados alrededor de una mesa, podemos empezar a dialogar, con espíritu constructivo, en busca de consensos mínimos. Temas: Que entiende cada una de las partes por injusticia. Cuál es la justicia que, según unos y otros, nos traerá una paz definitiva. Una vez en paz, cuáles serán las reparaciones pendientes. Alcanzados acuerdos en cuanto a la Justicia, la Paz y la Reparación, trabajar conjuntamente para llegar a la Reconciliación definitiva.
El camino parece largo, pero como no hay mal que cien años dure, no perdamos la esperanza.