LAs arcas del Gobierno vasco se vacían a pasos agigantados. No hay dinero en Ajuria Enea y, aunque desde la propia institución se nos quiera mostrar una circunstancia absolutamente diferente, en la kutxa de Pachi no hay dinero. Da la sensación de que corren vientos que llevan aromas electorales. En poco tiempo lo veremos. Y en España la cosa va mucho peor, por mucho que el señor Rajoy quiera maquillar la penosa situación y manifieste que él no es partidario de los recortes a la plebe. Sí, sí, habrá cortes, recortes y una dureza en lo económico que dejará a muchos en la estacada. Malos tiempos para la lírica, que diría Brecht? Y aquí en casa, en territorio guipuzcoano, no tenemos ni repajolera idea de cómo va lo nuestro porque la Diputación carece de presupuestos y muchos ayuntamientos van por la misma senda, aunque en la calle parezca que pintan oros porque no hay fin de semana sin herri bazkaria o triki-poteo en los pueblos donde manda Bildu. Alegría que no hace olvidar la historia del puerta a puerta, el invento que Bildu quiere imponer a toda costa. Si en todas las administraciones se cuida el gasto hasta la menudencia, en Gipuzkoa, al parecer, fluye la "pasta" porque da la sensación de que no hay barreras para gastarse montones de miles y miles de euros en el sí o sí de las basuras, aunque posteriormente, tras cita electoral, otras siglas distintas a Bildu tuvieran que romperse la cabeza en un intento de tapar el inmenso agujero que la imposición del sistema de recogida de basuras podría dejar. En fin, estaríamos "con basura y sin dinero"? La fotografía de Gipuzkoa sería francamente chistosa por aquello del fraccionamiento: aquí PaP, allí no, más allá en ese pueblo sí, en Donostia no que queda feo, en Eibar no podemos? Así las cosas, y aunque parezca grotesco en el contexto, un escenario de paz espera el consenso de los políticos con Bildu a la cabeza? ¡Paíssss!
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