Se está hablando y se continuará por tiempo sobre la situación del edificio de Kukutza. Esta ha sido una construcción que desde hace unos trece años ha sido ilegalmente habitada por okupas. Da lástima que se haya tenido que llegar a esta situación con un edificio de esa envergadura, pero lo cierto del caso es que pertenece a un particular y ese tema está considerado en el Reglamento de la Ley de la Propiedad Horizontal como privativo a todos los efectos y si en cualquier momento su propietario decide presentar una querella judicial contra los moradores está en su perfecto derecho.

El alcalde de Bilbao ha actuado legalmente y con la ley en la mano; guste o no guste, y lo único que ha hecho es acatar una decisión judicial e incluso ha ofrecido diálogo y aportación económica municipal si en el futuro adquieren un local en las debidas condiciones.

En esta misiva no voy a valorar la clase de actuaciones de todo tipo que se realizaban en su interior pero viendo la desmesurada actuación de sus ocupantes ante la orden de desalojo, creo que actuaron totalmente fuera de la ley, ya que posiblemente a ninguno de los moradores les hubiese gustado tener que padecer una situación de ocupación indebida de sus bienes o de sus familiares, ya que sus métodos y sus argumentos están caducos y fuera de contexto.

Si el barrio de Rekalde ha sufrido deterioros en su mobiliario municipal debido a las algaradas ocurridas no ha sido el único, ya que en zonas periféricas de Bilbao también los hubo y hay que reponerlo con dinero público.

Mientras tanto, los partidos políticos en su mayoría critican la decisión del señor Azkuna y lo único que tratan es de sacar tajada política en cualquier acto que vaya en contra del equipo de gobierno municipal. Se está viendo bien a las claras las intenciones del PSOE de aliarse con Bildu en la primera ocasión que tenga, como ya lo han hecho en algunas instituciones.

Del señor López y del señor Basagoiti lo único que se ha oído son declaraciones totalmente descafeinadas con la situación creada.

Si estas demandas, pero en plan pacífico, se emplearan para temas tan interesantes como el paro, la situación económica o la mísera pensión de las viudas de este país, otro gallo nos cantaría.