Crisis y depresión
Según los últimos datos, parece que el sistema económico continúa atascado en una crisis que ya dura demasiado. Así es, ya que si la comparamos con la considerada la gran crisis capitalista por excelencia, comprobamos que esta duró oficialmente tres años (1929-1932) y la actual se considera que comenzó en el año 2008 y todavía no se le vislumbra salida. ¿Estaremos viviendo la gran crisis económica de la humanidad?
Entonces, si a aquella crisis le llamaron La Gran Depresión, ¿qué nombre inventaremos para ésta? Precisamente de la depresión que produce en las personas la situación de crisis es de lo que quiero hablar esta semana.
El estado depresivo es algo que se palpa en el ambiente, porque si miramos al pasado lo vemos con mayor optimismo que si miramos al futuro y eso nos abruma. En realidad no debiera ser así, porque la historia la hacemos las personas y creyendo en nosotros mismos seremos capaces de dar la vuelta a esta situación. Seamos optimistas.
A continuación voy a exponer algunos comportamientos que pueden ser válidos para salir de la depresión que produce la crisis. Estas formas de actuar sé que funcionan porque las he comprobado en mi propia piel.
Por ejemplo, ¿Qué hacer cuando alguien muy cercano se encuentra en grandes dificultades?
Es conveniente apoyarle con todo el ardor necesario, incluso arriesgando tu tranquilidad. La recompensa de haberlo intentado es que mentalmente serás más fuerte y si esa persona en dificultades sale del agujero te sentirás revitalizado.
Otra situación es la que responde a la pregunta ¿Qué hacer cuando te sientes manipulado?
En estos casos, es habitual sentir impotencia y rabia. No obstante, suele resultar interesante e inteligente buscar salidas fuera de ese espacio de relaciones, sin dar tu brazo a torcer y eligiendo el camino adecuado incluso por encima de tu comodidad.
También existen momentos en los cuales te cierran las puertas para colocarte dentro de esta sociedad, con un mínimo de garantías de desarrollo.
Se trata de una situación delicada, porque existen muchos agentes externos que te influyen directamente en tu día a día. Si haríamos un DAFO se las puede considerar como Amenazas. Una salida digna, puede ser concentrarnos en crear nuestro propio espacio donde nuestro desarrollo humano y profesional esté garantizado por nuestro propio esfuerzo. De esta manera, podemos conseguir que una Amenaza se convierta en Oportunidad y por lo tanto la puerta se pueda volver a abrir. Aún más difícil es superar un momento de la vida influenciado por una situación en la cual las puertas que conseguiste abrir se te cierran de repente.
Ante dicha tesitura es muy recomendable analizar qué fallos cometiste, en un ejercicio autocrítico positivo, y volver a comenzar, demostrándote que eres capaz.
Estos comportamientos sirven para no caer en la depresión, pese a las crisis internas y externas que nos azotan a la humanidad desde siempre. Sin embargo, generalmente no solemos actuar así. Al contrario, suele ocurrir que cuando alguien muy cercano se encuentra en dificultades, preferimos mirar hacia otro lado y preservar así nuestra tranquilidad.
También suele suceder que cuando sentimos que vivimos en una situación de manipulación permanente, preferimos dejarnos llevar por la desidia que denunciarla y combatirla, porque creemos que así viviremos más cómodos en nuestra ignorancia.
Del mismo modo, también es palpable que generalmente cuando se nos cierran las puertas y no logramos alcanzar nuestros objetivos y alimentar nuestras ilusiones, miremos a los demás, analizando detalladamente su culpabilidad y aligerando así nuestra responsabilidad. Es la mejor fórmula para esquivar el esfuerzo que supondría seguirlo intentando hasta lograr abrirlas.
Por otra parte, es lógico que cuando se nos cierran puertas que antes tuvimos abiertas, en un primer momento caigamos en un estado depresivo, pero no es nada recomendable que nos estanquemos en él, porque eso nos puede fulminar. Por el contrario, si nos paramos a pensar, sabremos los errores que cometimos y podremos rectificar. En este mundo no hay persona más capaz que aquella que ha sabido sobreponerse a una situación complicada. Por eso considero que la crisis está sobre todo en nosotros mismos y que la mejor relajación es la que se deriva de sentirse de acuerdo con lo que estás haciendo, aunque en ocasiones no sea ni tranquilo ni cómodo. Eso te hará mentalmente más fuerte y profesionalmente más capaz.
* Jugador del Athletic y director de Itzarri Consulting. Si quieres hacer algún comentario sobre este u otros artículos, puedes hacerlo en la siguiente página web: www.itzarrikas.net