Buenas noticias del G-30
justamente cuando los datos sobre emprendizaje en nuestro País nos transmitían una imagen preocupante, con un pequeñísimo porcentaje de empresas de alto potencial de crecimiento (creadas aún en los sectores tradicionales con un limitado grado de innovación y/o tecnología), de repente emerge la noticia del éxito de Anboto.
Anboto acaba de ser elegida la mejor start-up del año a nivel mundial, por el Ranking Innovate!100 de Guidewire Group, el consorcio internacional que gestiona el sistema de administración de información WordWideWeb, el famoso www, que está liderado por Tim Berners Lee, inventor de internet.
Se conoce por start-up una empresa de reciente creación con grandes posibilidades de crecimiento y que su promotor o promotores presentan un fuerte perfil emprendedor.
Para lograr este reconocimiento, Anboto ha superado un largo proceso de diez meses, con sesiones de clasificación en treinta ciudades de los cinco continentes, compitiendo directamente con trescientas empresas candidatas de todo el mundo (de entre más de mil analizadas). Esta empresa vasca de Erandio, creada hace un año, se dedica de forma muy innovadora a dar "soluciones tecnológicas que permiten la relación interactiva, fácil e inteligente de los consumidores con ordenadores (productos o servicios on line o in line) por medio del lenguaje natural", especialmente, facilitando asistentes virtuales para el e-comercio, que están revolucionando los sistemas de atención al cliente por internet. Su cartera de clientes es ya espectacular y cuenta con oficinas en Bilbao, Boston y Silicon Valley en California, y anuncian apertura de delegaciones en Chile, México y Londres.
Su fundador y consejero delegado es Xabier Uribe-Etxebarria, un verdadero crack, un joven talento que aún no ha cumplido 30 años, que ha tenido la capacidad de desarrollar aplicaciones de ingeniería semántica, a partir de las investigaciones pioneras del sistema de Metalingua (lingüística + informática), impulsadas por su aita, Gregorio, un gran empresario del País.
Sin duda, Xabier es uno de los mejores exponentes de lo que vamos a llamar G 30, nuevo perfil de algunos de nuestros jóvenes vascos que, en el umbral de la treintena, actúan con visión global y generan valor moviéndose con audacia y soltura en entornos complejos e internacionales.
Otro ejemplo sobresaliente de esta generación G 30 es Ramón de la Sota, quien ha empezado a especializarse en salvar empresas industriales y de fabricación al borde de la quiebra. Es lo que se conoce a nivel internacional por turnarounds, es decir, adquirir empresas en situaciones especiales, con las que ejecutar un radical plan de reestructuración, y sacar las empresas para adelante. Este pasado julio de 2010, se pudo salvar la veterana compañía Ramón Vizcaíno de Oiartzun antes de que entrara en proceso concursal. Ramontxu de la Sota fue la persona clave para atraer un grupo inversor de Estados Unidos dedicado a los turnarounds. Desde entonces es el director ejecutivo de Ramón Vizcaíno y a sus 31 años está volcado en hacer esta empresa viable y rentable.
Esta generación tiene más protagonistas, mencionamos algunos que conocemos bien: Itxaso del Palacio, experta en emprendizaje e innovación, actualmente en el Imperial College de Londres, tras haber trabajado varios años en el entorno de San Francisco y Silicon Valley; Jon Rekakoetxea, quien tras su paso por la City de Londres con Goldman Sachs, trabaja actualmente en Fineco-BBK como gestor de fondos y acaba de ser seleccionado en primera posición para tomar parte en el Marshall Memorial Fellowship Program, uno de los programas para líderes más prestigiosos a nivel internacional; Andere Goirigolzarri, quien tras su experiencia en Bruselas, desde hace unos años coordina a nivel europeo el programa de investigación en fabricación Manunet, uno de los más importantes de la Unión Europea de cooperación entre regiones y países.
Todos ellos, como otros muchos prometedores jóvenes vascos, no andan pendientes de las convocatorias de plazas para funcionarios. Representan una nueva generación, que se mueve colectivamente con naturalidad y soltura entre diferentes culturas y mercados, proporcionando lazos, oportunidades y negocios entre sus centros de origen y otros centros donde actúan y trabajan. Independientemente de la actividad profesional que en un momento concreto estén desarrollando, los podemos considerar ya parte de los llamados nuevos brokers, los nuevos agentes mediadores, personas que son capaces que conectar talentos, proyectos y activos separados por localizaciones geográficas, franjas horarias, lenguas, culturas y prácticas empresariales de forma que generen valor.
Los estábamos esperando. Pero hacen falta muchos más porque los necesitamos desesperadamente para que, con el esfuerzo de todos, podamos internacionalizar nuestra sociedad, nuestras empresas y nuestras instituciones. Los necesitamos para integrar y conectar de manera definitiva a nuestro País con el resto de mundo y aprovechar las oportunidades de la globalización. Nuestro futuro depende de ello.
* Es director de programas de Internacionalización de Innobasque