En el cruce de declaraciones entre funcionarios y Hacienda foral, seguro que hay argumentos a favor de ambas partes. La pataleta de los empleados por tener que fichar nos lleva a muchos a la pregunta: ¿Alguien que cumple su horario qué inconveniente tiene en fichar? Por parte de la Diputación, si ya hay unos tornos a la entrada, ¿para qué otro estorbo dentro del edificio?

Hasta aquí todo correcto. Ahora bien, el perjudicado de todo esto va a ser el autónomo que tiene que dejar de trabajar una mañana para hacer cualquier papeleo y se va a tener que volver a su trabajo sin hacerlo.

Al final son los trabajadores, los pequeños empresarios los que pagan este tipo de cuestiones. Tendríamos que cambiar nuestra mentalidad colectiva y poner en el centro de atención a pymes, comerciantes, emprendedores, autónomos… que son quienes nos van a sacar de esta crisis, arriesgando su dinero y creando empleo. Que cambie nuestra visión de los empresarios y los veamos como el motor de nuestra recuperación. Que sean los funcionarios los que estén al servicio de los ciudadanos y no los ciudadanos al servicio de los funcionarios. Que cambien los tornos y las tornas.