Sueñen conmigo, ETA cierra la persiana, entrega virtualmente las armas, el terrorismo acaba; y al día siguiente ¿qué? ¿Alegría inmensa? ¿Felicidad? Difícil respuesta.

Varias han sido las ocasiones en las que ETA tenía intención de hacer algo en positivo, pero todo era trampa según los que detentan el poder en el Estado español y todos los intentos fueron en vano.

Sueñen conmigo, pero con los pies en el suelo; los que en pocas fechas fraguaron los destinos de todos los pueblos de España, aquellos que perduraron tras 39 años de dictadura, aquellos que anunciaron la democracia para que todos y todas soñáramos felizmente y miren a dónde nos han llevado. Hoy, en 2010, ustedes y yo hemos soñado con un País Vasco, con una Euskalherria libre y prometedoramente soberana, pero para ello necesitamos de todos y todas y quizás ese sueño pueda ser alguna vez una realidad.

Si el sueño es realidad y ETA desaparece, ¿qué le queda por hacer al Estado español para seguir menospreciando al pueblo vasco y dándole migajas? Siempre desde su prisma de nación española en la que según ellos la identidad de los vascos debe ser superada por la identidad española, la roja, la Vuelta Ciclista a España y quién sabe lo que se les va a ir ocurriendo a cada paso que ven acercarse más el final tan añorado por todos y todas los vascos

Sueñen conmigo, ETA cierra la persiana, entrega virtualmente las armas, el terrorismo acaba; y al día siguiente ¿qué? ¿Alegría inmensa? ¿Felicidad? Difícil respuesta.