Antes de 1970, la conocí cuando vino a Bermeo, junto a su inseparable compañero en asuntos del euskera, el bermeano Iñaki Egurrola. Hubo una reunión en lo que fueron locales de la iglesia juradera de Santa Eufemia de Bermeo. Se trataba del euskera batua, con respecto al euskera vizcaino y bermeano, en particular. Defendía el euskera batua aita Villasante, más tarde lehendakari de Euskaltzaindia, y los jóvenes Munitxa y Egurrola, en defensa de nuestro más cercano euskera. Nosotros, los bermeanos, todos a favor de los jóvenes y frente a Villasante. Le ganamos cuando nadie debía de ganar, por goleada. Después nos damos cuenta de que el único a ganar debía ser el euskera, una pena.

Desde entonces nos unió una gran amistad, con el añadido de nuestra defensa en referencia a todo lo político, donde ella sobresalía por su gran fuerza, ímpetu, esfuerzo, inquietudes y extraordinaria capacidad luchadora, entrega, generosidad y de fácil palabra. Sabiniana por principios, sincera, bien enraizada con las circunstancias de su tiempo con una entrega total sin nada a cambio.

Posteriormente, fue la primera mujer mitinera del PNV, seguida de otras jóvenes entre las que destaco a la bermeana Amaia Gaztelu. Eran tiempos difíciles, pero nos embargaba la ilusión y emoción de quienes creíamos estar cerca de nuestra meta, pero las divisiones de siempre nos alejaron de ella. Pronto nos vimos enfrentados, en contra de nuestra voluntad y forzados por egoísmos estériles. Ahora que de nuevo renovamos una nueva ilusión y arrastrada por un ataque al corazón, su corazón cansado no pudo más al ver las tristes circunstancias que nos rodean, pero aunque nos deja nuestra gran luchadora, ella esté donde esté, nos dará fuerzas para seguir su lucha que ahora será la nuestra. No nos olvidaremos de tu entrega a favor del euskera y de nuestro pueblo y por ello nos reafirmamos en tus esfuerzos que desde ya cogemos tu testigo.

Lloramos contigo la confusión que se ha creado a nuestro alrededor, pero tú nos darás el acicate preciso para que podamos salir con fortaleza en pos de la Libertad, que tú, aquí, no pudiste ver. Descansa en paz. Agur Lurdes, egun aundi arte.