En el tejado de Zapatero
El PNV ha recogido el guante de la oferta de pacto estable lanzada en forma de SOS por el presidente español y ha presentado sus propuestas, a las que ahora debe responder aun a riesgo de hacer tambalear al Gobierno de López
EL navegante solitario y absolutamente a la deriva en que se ha convertido el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, lanzó el pasado miércoles desde la tribuna del Congreso de los Diputados un mensaje diáfano en forma de SOS dirigido al PNV. A la vista de su preocupante situación, sin apoyos incluso dentro de su propio partido, Zapatero propuso a la formación jeltzale la posibilidad de alcanzar un pacto estable, que sería en realidad más un acuerdo para su renqueante estabilidad. A la fuerza ahorcan. El PNV supo reaccionar a tiempo y recogió el guante. El propio portavoz jeltzale en el Congreso, Josu Erkoreka, respondió a Zapatero que la disposición nacionalista es plena, siempre que él cumpla su parte. Consciente de su posición central como eje indiscutible en la política del Estado español, la respuesta del PNV ha sido inmediata, dada la urgencia de la situación, insostenible si no se articulan acuerdos imprescindibles para paliar los demoledores efectos de la crisis económica que Zapatero y su gobierno han sido incapaces de gestionar con una mínima eficacia. El viernes, la formación jeltzale registró sus 15 propuestas de resolución a votar en el Congreso de los Diputados. Autogobierno y transferencias pendientes, todas ellas de marcado carácter económico y estratégicas para luchar contra la crisis; reconocimiento de la realidad nacional de Euskadi en todos los ámbitos, incluida la voz propia en Europa; y el establecimiento de un nuevo marco jurídico-político son las bases planteadas por el PNV de cara a una posible negociación, ratificadas ayer mismo por el presidente del EBB, Iñigo Urkullu. Quince propuestas de profunda base democrática que abundan en la profundización del autogobierno, una de las grandes demandas que más consenso concitan en Euskadi. Hay que tener en cuenta que, a la hora de formular la propuesta de nuevo marco, el partido jeltzale ha tenido la habilidad de plasmar en su integridad el preámbulo del preacuerdo alcanzado en Loiola durante las negociaciones que mantuvieron PNV, PSE y Batasuna. Es decir, cuestiones que los socialistas estaban plenamente dispuestos a asumir. Ya durante los prolegómenos de este hipotético pacto estable para salvar a Zapatero, el PSE ha dejado aflorar sus nervios y sus celos. Sabe que un acuerdo de este tipo puede hacer tambalear a Patxi López, primero porque quedaría en evidencia su carácter subsidiario con respecto a Madrid y segundo porque el PP se lanzaría a degüello y no es descartable que, tal y como amenazó ayer Leopoldo Barreda, dé por finiquitado su pacto gracias al que el PSE mantiene la Lehendakaritza. La pelota está ahora en el tejado de Zapatero. El presidente español debe elegir entre su propia supervivencia y los beneficios para el conjunto del Estado a cambio de aceptar las propuestas del PNV o arriesgarse al naufragio para salvar la cabeza de López. La elección es suya.