LA carta del diputado foral de Economía y Hacienda de Bizkaia, José María Iruarrizaga, al consejero de Economía, Carlos Aguirre, solicitando concreciones sobre el plan de ahorro del Gobierno de Patxi López y las consecuencias en Euskadi de los ajustes previstos por José Luis Rodríguez Zapatero para paliar el déficit del Estado, así como la forzada reacción del Ejecutivo vasco al convocar de urgencia una reunión para hoy, ha dejado una vez más al descubierto la inoperancia económica del gabinete presidido por López que la propia sociedad vasca ya puso de manifiesto en los resultados del último Euskobarómetro, en el que el 72% de los ciudadanos consideraban que el Ejecutivo socialista hacía poco o nada frente a la crisis. Cierto es que el Gobierno López se encuentra con que el Gobierno español tampoco acaba de determinar el nivel de afección de sus políticas contra el déficit. Y que, a su vez, Madrid se encuentra pendiente de las directrices emanadas de Bruselas, como se demuestra en la recomendación efectuada ayer oficialmente por el Ecofin para que el plan español de reducción del déficit público contemple nuevas medidas de ajuste equivalentes al 1,75% del PIB en 2011, lo que obligará, entre otras cosas, a reducir el techo del gasto público de unos próximos presupuestos que el Gobierno Zapatero ni tan siquiera tiene claro si podrá sacar adelante. Pero no es menos cierto que esa dependencia de López respecto a las directrices de Madrid responde a la propia situación de debilidad de un Ejecutivo formado contra los criterios de la sociedad vasca y se acentúa por el nivel de subordinación que el Gobierno que preside ha aceptado respecto a las políticas estatales, y que dicha subordinación tiene su origen en la autoimpuesta supeditación del PSE respecto al PSOE y en el interés privativo de ofrecer una imagen de cohesión política -y de uniformidad con el Estado- que impide la adopción de medidas propias y respetuosas con las particularidades y necesidades de una economía vasca de perfil y situación muy diferentes a los de la economía estatal. La constatación de que la necesaria reunión de la Comisión Mixta del Concierto para la asunción de medidas ajustadas a la realidad vasca, que el propio López consideró urgente, no se realizará esta semana, en el plazo señalado por él mismo, por el hecho de que más de mes y medio después de la última reunión entre las Diputaciones, Eudel y el Ejecutivo de Lakua se siga sin detallar, a expensas de la convocatoria de hoy, el modo en que se pretende ajustar el gasto, o que ni siquiera se hayan esbozado los ejes de una postura consensuada que llevar a la citada Comisión Mixta permiten presuponer, además, que López pretende mantener esa dependencia inoperante con una simple traslación a Euskadi de las directrices de Madrid, sin considerar siquiera si éstas son idóneas o cuando menos adecuadas para la economía y la sociedad vascas.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
