La realidad de Bizkaia

EL estudio sobre la realidad sociopolítica del Territorio Histórico de Bizkaia, elaborado por Gizaker para la Diputación Foral y hecho público ayer, vuelve a mostrar la estabilidad de los principales parámetros que configuran la opinión mayoritaria de los ciudadanos vizcainos en las últimas décadas así como el convencimiento sobre la labor desplegada y la capacidad de gestión del nacionalismo en su vertiente institucional. Y lo hace justo un año después de que, pese a su triunfo electoral, fuese desalojado del Gobierno vasco por el acuerdo de sociedad preferente entre PSE y PP, acuerdo cuyo rechazo ha crecido siete puntos en el último año para ser censurado ya por casi siete de cada diez vizcainos. La propia intención de voto que los ciudadanos reflejan en la encuesta así lo determina al otorgar una amplía mayoría a EAJ/PNV tanto en el caso de que la izquierda abertzale ilegalizada pudiera concurrir a las próximas elecciones forales y municipales de 2011 como si fuese excluida de los comicios, con una escasa variación además, de entre uno y dos junteros, en la traslación de esa intención de voto al reparto de escaños en las Juntas Generales. Pero más allá de que esa realidad se muestre una vez más de forma meridiana en lo político, incluyendo la consideración mayoritaria (58%) de que la Ley de Partidos aleja de la paz o que la intención de voto a partidos abertzales supera en un 25% a la suma de socialistas y populares, e impediría en cualquier caso a PSE y PP trasladar su acuerdo del Gobierno vasco a la Diputación Foral de Bizkaia, lo que parece reflejar el estudio es un más que aceptable nivel de satisfacción con la gestión de las administraciones lideradas por el nacionalismo institucional aun a pesar de la situación de crisis. Así, EAJ/PNV es, para más de una cuarta parte de la sociedad y muy por encima del resto de los partidos, la formación política que mejor defiende los intereses de los ciudadanos. Y a pesar de que siete de cada diez vizcainos, independientemente de su afinidad ideológica, consideran que la evolución económica de Bizkaia ha ido a peor en los últimos cinco años, al igual que su situación personal, las instituciones más cercanas, caso de ayuntamientos y Diputación, son las que menos desgaste sufren en cuanto a la percepción social de su eficacia, con descensos mínimos en su valoración respecto a octubre de 2008, antes del inicio de la crisis, mientras que tanto el Gobierno español como el Gobierno vasco obtienen notas muy inferiores, destacando que la de éste último es la más baja de los últimos cinco años con el primer suspenso en eficacia de la serie de nueve estudios iniciada en mayo de 2005. En otras palabras, la Bizkaia real vive y refleja su propia y reiterada normalidad sociológica, tan centrada en los problemas que la afectan e interesada en los proyectos que la desarrollan, como alejada de esa otra que se le pretende imponer.