LOS enunciados de los documentos tiendena engañar y sólo en la letra pequeñase pueden apreciar las diferenciasen los planteamientos ideológicos sobrelos que pivotan. Una de las cruzadas en las quese ha embarcado la consejera de Educación,Isabel Celaá, por mandato del pacto PSE-PPes la de transmitir en los centros escolares laimportancia del respeto a los derechos humanosy la gravedad de la conculcación de los mismosy de las libertades individuales. Hasta ahí,objetivos loables y necesarios que entraríandentro de los parámetros de los valores quedebe impulsar cualquier gobierno, si no fueraporque el cuerpo docente vasco, al igual que enel resto de las comunidades, lleva aplicando laasignatura Educación para la Ciudadanía desdeque se aprobó en 2006 en medio de una involuciónde los sectores conservadores hasta elpunto de que algunas comunidades gobernadaspor el PP abogaron directamente por laobjeción de conciencia. De ahí que deberían ircon cuidado las dos formaciones que sostienenel Ejecutivo de Patxi López ya que cualquierplan que se quiera implantar en las aulas quehable de valores y de derechos debería contarcon la implicación de un profesorado que yaestá ejerciendo esta tarea y a quien, además, sele supone una posición ética a la hora de transmitircontenidos. Lo contrario, además de falso,sería cuestionar la tarea que desempeñanmiles de docentes día a día en escuelas, colegiose ikastolas. Por el momento, la preocupación seextiende en la comunidad educativa ante lafuerte politización que acompaña a este proyecto,máxime cuando el profesorado no ha sidoconsultado para elaborar el borrador. Los primerosmensajes del Departamento de Educaciónsobre su firme decisión de implantar sí osí este plan se han visto matizados ante la fuertecontroversia que ha generado y la propiaCelaá intenta aplacar las críticas asegurandoestar dispuesta al acuerdo “hasta el último día”.Sin embargo, además de las formas y los enunciados-el proyecto del Ejecutivo tripartidoanterior, pese a llamarse Plan Vasco de Educaciónpara la Paz y los Derechos Humanos, tuvola férrea oposición del PSE y PP y no pudodemostrar sus potencialidades- están los contenidos. Y está en el pacto entre las dos formacionesconstitucionalistas que este plan se conviertaen la vía para que los escolares se sensibilicenhacia el dolor de las víctimas, pero desdeuna visión muy concreta del marco político,el mismo que ambos partidos comparten. Elproyecto de Celaá amenaza con poner a laescuela vasca en el disparadero del enfrentamiento. La educación y todo lo relativo a elladebe estar basado en un consenso básico,amplio y sólido entre todos los agentes implicadosy los partidos políticos. Es a ello a lo quedebe aplicarse la consejera y no a la descalificacióny a la huida hacia adelante.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
