Las declaraciones del enviado especial de EE.UU. para Oriente Medio, Steve Witkoff, dando legitimidad a los “referendos” de anexión celebrados por Rusia en los territorios ucranianos ocupados, minan las esperanzas de los ucranianos de que Washington pueda ser un mediador de paz creíble.

Aunque el Gobierno de Kiev no reaccionó de forma directa, en las redes sociales muchos ucranianos no se contuvieron, criticando con indignación lo que percibieron como una repetición de narrativas de Moscú.

En una entrevista previa a los contactos sobre un posible alto el fuego en Arabia Saudí, Witkoff había afirmado entre otras cosas que los “referendos” de anexión en los territorios bajo control ruso en las regiones ucranianas de Jersón, Zaporiyia, Luhansk y Donetsk demostraban que una mayoría de su población prefería unirse a Rusia.

“Solo tengo una respuesta: Zaporiyia es Ucrania”, escribió en redes sociales Natalia, una vecina de la ciudad del mismo nombre, capital de una de las regiones que Rusia reivindica como suya, pese a no controlarla por completo tras más de tres años de combates.

“Los ucranianos que hablan ruso no son rusos”, señaló por su parte Katerina Boguslavska, una influencer de Járkov (noreste), aludiendo a la insinuación de Witkoff de que la lengua hablada por los ucranianos refleja su postura frente a Rusia.

Boguslavska subrayó que muchos habitantes del este de Ucrania hablan ruso debido a las duraderas políticas de rusificación, una imposición que solo “incrementa el resentimiento hacia Moscú”, y señaló que los supuestos referendos fueron celebrados bajo ocupación, en medio de una huida masiva de población, desapariciones forzadas y un estrecho control ruso.

Alegaciones peligrosas

“Las palabras de Witkoff son poco profesionales, escandalosas y peligrosas”, dijo Oleksandr Merezhko, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento. “Básicamente ha cuestionado la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”, criticó.

Las declaraciones del enviado de Washington contradicen la política exterior estadounidense hasta la fecha y las garantías dadas por Donald Trump durante su primera legislatura de que nunca reconocería como rusa la península ocupada de Crimea, según Merezhko. “No podemos dictar a Trump qué hacer, pero debería revocar la autoridad de Witkoff por haber traspasado estas líneas rojas”, declaró.

Ignorando a Ucrania

“Parece que la nueva administración estadounidense alberga unos sentimientos especiales por Rusia”, comentó en sus redes sociales el intelectual Valeri Pekar e insinuó que Trump podría estar aspirando a usar la ayuda rusa como contrapeso a China y para debilitar a la UE.

Trump y su equipo quieren “hacer negocios” con Rusia y ven a Ucrania como obstáculo, indicó el conocido periodista Vitali Portnikov, que advirtió de que Vladímir Putin, exagente de los servicios secretos, está “jugándosela” de forma magistral a Trump y a Witkoff.

Otro Vitali, un informático de Leópolis (oeste), comentó a Efe que Witkoff puede estar repitiendo la retórica rusa para intentar “vender” al público estadounidense acuerdos con Rusia dañinos para Ucrania.

Pragmatismo y frustración

“A Ucrania no le queda otro remedio que ser pragmática y centrarse en fortalecerse”, escribió en sus redes sociales Timofí Milovánov, exministro de Economía. El diputado Merezhko advierte que confiar en Putin es un error del que el presidente estadounidense quizá aún tiene que aprender.

Entretanto, Ucrania debe seguir intentando convencer a EE.UU. de que fortalecer al país invadido es el mejor camino para alcanzar una paz duradera y beneficiosa para los intereses estratégicos de Washington.

Reunión en Riad

Declaración

Negociación maratoniana. Representantes rusos y estadounidenses protagonizaron ayer unas maratonianas negociaciones, que los mantuvieron reunidos durante más de doce horas. 

Según medios rusos, Moscú y Washington se pusieron de acuerdo sobre el contenido de una declaración conjunta, pero harán públicos los resultados de las negociaciones durante el día de hoy. A lo largo de la reunión, los negociadores realizaron tres pausas para descansar o mantener consultas con sus respectivas capitales, según aseguraron fuentes cercanas a la delegación rusa. El diplomático ruso Grigori Karasin, que encabezaba el equipo ruso en las consultas, se mostró optimista con la marcha de las negociaciones durante el segundo receso, aunque no mencionó los asuntos que se trataron.