El principal escollo para alcanzar una tregua en la Franja de Gaza es la insistencia de Israel en no retirar sus tropas del corredor de Filadelfia, la frontera que separa el enclave palestino con Egipto, y la falta de garantías de que cumpla con un acuerdo, informaron a Efe fuentes de seguridad egipcias.
Los informantes, que pidieron no ser identificados por la sensibilidad del asunto, indicaron que las negociaciones en El Cairo fracasaron debido a la negativa de Israel de retirarse de este corredor –en el que se encuentra el pase terrestre de Rafah– y del Eje de Netzarim, que divide la Franja de Gaza por la mitad.
Añadieron que Israel reiteró que, en caso que repliegue sus tropas de estos dos corredores, una fuerza árabe o internacional debería ser la encargada de la gestión de estos puntos estratégicos, algo que tanto Egipto como el grupo islamista palestino Hamás rechazaron por completo.
Posible salida en dos fases
Según las fuentes, para Israel es vital mantener su presencia militar tanto en Filadelfia como en Netzarim para “facilitar el proceso de despliegue militar en toda la Franja de Gaza en minutos si ocurre algún incidente o surge la necesidad”.
Otra fuente cercana a las conversaciones apuntó a Efe que Egipto solo aceptará como solución para lograr una tregua en Gaza la salida completa de Israel del corredor de Filadelfia, si bien aceptaría que se hiciera en dos fases en función del cumplimiento del canje de rehenes y retenidos entre Israel y Hamás.
Desde el inicio del conflicto en octubre del año pasado, El Cairo ha insistido en que Israel no puede mantener presencia militar en su frontera con Gaza, pues eso solo generaría inestabilidad dentro de sus fronteras e incluso podría suponer una ruptura de los acuerdos de Camp David (1978) que supusieron la paz entre ambos países.
Por otra parte, una fuente de seguridad dijo a Efe bajo condición de anonimato que la falta de garantías de que Israel detenga la guerra por completo y se retire del enclave palestino es otro de los factores que han dinamitado, por el momento, las esperanzas de acordar un alto el fuego.
Asimismo, criticó que “Estados Unidos no tienen ninguna propuesta para presionar a Israel” en este aspecto, ya que mantiene “una postura indefinida” en las negociaciones de tregua porque, en palabras del informante, Washington “es parte del conflicto mediante el apoyo diplomático y militar a Israel”.
Según dijeron a Efe fuentes cercanas a la negociación, la misión israelí abandonó la madrugada del lunes El Cairo para informar al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, del estado de las conversaciones; mientras que la delegación de Hamás también se fue de la capital egipcia tras mantener reuniones paralelas con los equipos de Egipto y Catar.
nuevo ataque a una escuela
Mientras tanto, Israel prosigue con su ofensiva. Ayer volvió a atacar una escuela en Gaza dejando varios muertos y heridos.
El ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se dirigió contra una escuela que albergaba a personas desplazadas cerca del campamento de Nuseirat, en el centro de la Franja.
Los aviones de las FDI bombardearon la escuela de Al Ezz bin Abdul Salam, según informó la agencia de noticias WAFA, que si bien desconocía el número exacto de fallecidos, aseguró que entre ellos había mujeres y niños.
Por su parte, las FDI confirmaron haber respondido durante la noche del domingo a un ataque de Hamás que se produjo “cerca de una zona escolar” en Jan Yunis. El Ejército, afirmaron, destruyó de manera “selectiva” el lugar desde el que se lanzaban los proyectiles “junto a otra infraestructura terrorista”.
En el sureste de Deir al Balá, los drones israelíes mataron a dos personas. Mientras tanto, continuaron ayer los operativos y los ataques en Rafá y en diferentes barrios de Ciudad de Gaza, entre ellos Zeitún.
Denuncia de HRW
l Torturas. Una invetigación realizada por Human Rights Watch (HRW) denuncia que tropas israelíes abusaron, maltrataron y humillaron a médicos, enfermeras y sanitarios palestinos que fueron arrestados durante los enfrentamientos en Gaza. Según la investigación, basada en entrevistas a ocho miembros del personal sanitario liberados, estos recibieron malos tratos en centros de detención, como palizas, abusos –incluidos sexuales–, falta de asistencia médica o tener los ojos vendados durante días enteros, entre otros.