El número de víctimas en la Franja de Gaza por la ofensiva militar de Israel sigue aumentando y ya alcanzó los 30.800 muertos y 72.298 heridos, informó ayer el Ministerio de Sanidad del enclave, al cumplirse cinco meses de guerra que han provocado una crisis humanitaria sin precedentes. “En las últimas 24 horas, la ocupación israelí cometió nueve masacres contra familias en la Franja de Gaza, causando 83 muertos y 142 heridos”, informó el ministerio, controlado por el grupo islamista Hamás.

Así, en 153 días de guerra, suman al menos 30.800 muertos y 72.298 heridos en el enclave, 70% de ellos niños y mujeres, además de cerca de 7.000 desaparecidos bajo los escombros y otros puntos hasta ahora inaccesibles para las ambulancias, señaló el ministerio.

Al menos 35 personas murieron en ataques aéreos dirigidos contra viviendas en Deir Al Balah, centro del enclave, según la agencia oficial de noticias palestina, Wafa. Por otro lado, el Ejército devolvió ayer a Gaza los cadáveres de 47 palestinos muertos durante combates en el enclave.

Hambre y sed

Los supervivientes en Gaza, entre los que se encuentran dos millones de desplazados –casi la totalidad de la población–, siguen soportando una crisis humanitaria sin precedentes, entre la destrucción generalizada de las viviendas, el colapso de los hospitales, el brote de epidemias y la escasez de agua potable y alimentos que han alcanzado niveles de hambruna.

Al menos 20 gazatíes murieron en las últimas dos semanas por desnutrición y deshidratación, todos ellos menores de edad excepto un anciano de 72 años, señaló Sanidad.

Además, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), un 81% de los hogares en Gaza carecen de acceso a agua potable, siendo los desplazados internos los más afectados. “El aumento de los casos de diarrea acuosa y con sangre puede atribuirse directamente a la falta de disponibilidad de agua potable, lo que plantea un importante desafío para la salud pública” en Gaza, aseveró la agencia humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).

La agencia enfatizó que “la situación de la seguridad alimentaria sigue siendo extremadamente grave, especialmente en el norte de Gaza”, donde “la gente alimenta a sus hijos con forraje para animales y alimentos silvestres, lo que puede tener consecuencias para la salud”, como desnutrición, deficiencias nutricionales, toxicidad o enfermedades transmitidas por los alimentos.

“Esto subraya la necesidad urgente de asistencia e intervención humanitaria para abordar las causas subyacentes de la hambruna y garantizar el acceso a suministros alimentarios adecuados”, recalcó OCHA.

Israel mantiene bloqueada a la Franja por aire, tierra y mar, dificultando la entrada de ayuda humanitaria que provee la comunidad internacional. Ante el escaso acceso por tierra, sobre todo en el norte del enclave donde las carreteras han quedado destruidas, han aumentado los lanzamientos de ayuda humanitaria desde el aire en las últimas semanas, aunque muchos de los paquetes han caído al mar e incluso del lado israelí.

Desde el inicio de la guerra, EE.UU., Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania y Francia han realizado 25 lanzamientos desde el aire, con más de 750 paquetes de ayuda humanitaria, según Israel, cada vez más criticado por negarse a un cese el fuego que permita aliviar la crisis en el enclave.

Gaza inhabitable

Desesperados por el hambre, los gazatíes han saqueado en masa varios camiones con ayuda humanitaria que lograron entrar al enclave, y en un reciente incidente que dejó más de 100 muertos, el Ejército israelí abrió fuego contra la muchedumbre.

El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna áreas reducidas de Cisjordania ocupada, denunció ayer que Israel lleva a cabo un “genocidio” en Gaza a través de “casos de envenenamiento entre civiles, especialmente niños y enfermos, debido a la propagación de toxinas resultantes de las armas letales y prohibidas que usa Israel sobre y bajo tierra, en la hierba y en el aire”. “Toda la Franja se ha transformado en una zona inhabitable”, resumió. l

En corto

Netanyahu

Piensa en atacar Rafah. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró ayer el carácter existencial que le otorga a la ofensiva bélica y aseguró que no se terminará sin la invasión del enclave de Rafah, el área más meridional de la Franja de Gaza con 1.4 millones de desplazados. El Ejército “seguirá actuando contra todos los batallones de Hamás en toda la Franja, y eso incluye a Rafah, el último bastión de Hamás. Quien nos diga que no actuemos en Rafah nos está diciendo que perdamos la guerra, y eso no sucederá”, manifestó ayer el mandatario israelí en un discurso durante la ceremonia de graduación de cientos de cadetes.

Hizbulá

Proyectiles contra Israel. El partido-milicia chií Hizbulá reclamó ayer la autoría de un nuevo ataque con proyectiles contra el norte de Israel tras la muerte de un civil en un bombardeo ejecutado el miércoles por el Ejército israelí contra el sur de Líbano. “La Resistencia Islámica ataca Avdon con cohetes Katyusha en respuesta a los ataques del enemigo, especialmente en Al Dhahira, y el martirio de un ciudadano”, señaló el grupo, según informó la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hizbulá.

EE.UU.

Lanza alimentos. Estados Unidos lanzó ayer por tercera vez en la semana ayuda humanitaria desde sus aviones hacia el castigado norte de Gaza, en esta ocasión paquetes que contienen más de 38.000 lotes de comida, informó el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM). Este lanzamiento aéreo se produjo junto a las Fuerzas Armadas de Jordania con el objetivo de “proporcionar ayuda esencial a los civiles afectados por el conflicto en curso”, según el comunicado del CENTCOM. La operación combinada incluyó aviones C-130 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y jordanas, y soldados del Ejército de EE.UU. especializados en la entrega aérea de suministros de ayuda humanitaria.

Colonos

Denuncia de la UE. La Unión Europea (UE) condenó ayer la aprobación por parte de un organismo israelí de la construcción de cerca de 3.500 nuevas viviendas en asentamientos en Cisjordania y reclamó al Gobierno de Israel que “dé marcha atrás en estas decisiones”. La oficina del Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, indicó que la medida “expande aún más los asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada” y reiteró que “son ilegales bajo el Derecho Internacional y suponen un obstáculo para la paz, ya que amenazan la solución de dos Estados”.