El expresidente de Estados Unidos Donald Trump llegó ayer a Nueva York para responder en un juicio por fraude fiscal después de que la fiscal general del estado, Letitia James, presentase una demanda civil argumentando que el magnate infló los activos de la Organización Trump. El juicio se prolongará hasta el 22 de diciembre.

“Acabo de llegar a la corte para luchar contra una fiscal general corrupta y racista y contra un juez fuera de control que odia a Trump, que se niega a aceptar una decisión del tribunal de apelaciones que deja fuera de combate el 80% de su caso”, indicó el expresidente.

El magnate estadounidense también aprovechó para denunciar que este caso, presidido por el juez Arthur Engoron, sigue siendo “una caza de brujas”, como ya hiciera en otros procesos judiciales que tiene abiertos por interferir en las elecciones de 2020, tanto a nivel federal como estatal.

Trump siguió en la misma línea que en los otros procedimientos abiertos que tiene con la Justicia. “Están tratando de dañarme para que no lo haga tan bien como lo estoy haciendo hasta ahora”, indicó, en relación a su carrera electoral hacia la Casa Blanca.

Por su parte, James subrayó que “nadie está por encima de la ley”. “La ley es tan poderosa como frágil y en los tribunales probaremos nuestro caso”, señaló.

Los hijos del expresidente estadounidense, Eric Trump y Donald Trump Jr., figuran también en una trama que involucra al exdirector financiero de la Organización Trump Allen Weisselberg, quien se declaró culpable en agosto de 2022.

Según la Fiscalía, Trump infló su patrimonio neto personal ante las instituciones financieras en 3.600 millones de dólares (unos 3.300 millones de euros) entre 2011 y 2021. La demanda de James, fijada en 250 millones de dólares, pretende restringir severamente la forma en que la familia Trump hacen negocios en la Gran Manzana.

En su esfuerzo por lograr que se desestime el caso, los abogados de Trump han argumentado que la mayoría de los reclamos de la fiscalía han prescrito. “Es hora de que el tribunal ponga fin a esta cruzada desestimando esta acción en su totalidad”, escribió con anterioridad el abogado Michael Madaio.

El origen de la demanda se remonta a 2019, cuando el antiguo abogado de la empresa, Michael Cohen -quien fue además el encargado de realizar los pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels- planteó preguntas sobre su estado financiero ante el Congreso.

La Fiscalía de Nueva York reclama una compensación de 250 millones de dólares, que también se determinará en el proceso. Ambas partes han presentado sus listas de potenciales testigos, que incluyen a los acusados.

Esta demanda civil contra el expresidente no está relacionada con los cuatro procesos penales que enfrenta el primer expresidente de la historia de Estados Unidos que fue imputado. En Georgia afronta un caso por la presunta injerencia en las elecciones de 2020; en Nueva York, el proceso por los pagos irregulares que hizo durante la campaña de 2016 para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels por un “affaire” que habían tenido en el pasado.

En Florida se enfrenta a la Justicia por haberse llevado a su mansión en Mar-a-Lago papeles clasificados cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2021 y, por último, debe responder en Washington al asalto al Capitolio de 2021, en el que sus simpatizantes intentaron interrumpir el proceso legislativo para certificar la victoria de Biden en 2020.