El Etna, el volcán más activo de Europa, se encuentra en estado de "prealerta" debido a la "alta probabilidad" de nuevas erupciones tras el último episodio eruptivo que comenzó el pasado domingo y que obligó a cerrar durante 24 horas el aeropuerto internacional de Catania (Sicilia, sur de Italia).

El departamento de Protección Civil de la región siciliana emitió anoche un boletín en el que eleva el nivel de alarma desde "atención" a "prealerta", después de que el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) advirtiese de "amplias fluctuaciones" en los valores de la amplitud media del temblor volcánico en las últimas 24 horas.

"Se invita a los alcaldes de los municipios de cumbre y a las demás autoridades a activar las medidas (...) con particular referencia a la prohibición de acceso a las zonas afectadas" y "mantenerse informados sobre la evolución de los fenómenos en curso", se indica en la comunicación de Protección Civil.

El boletín de alerta para la aviación civil ha pasado de verde a amarillo, pero de momento no afecta al funcionamiento del aeropuerto de Catania, que sigue operativo, después de que las cenizas lanzadas por el Etna el pasado domingo obligaran a cerrarlo durante todo este lunes, generando el caos de los viajeros en plena temporada turística.

Según el INGV, en las últimas horas las oscilaciones volcánicas han cobrado "más amplitud" y "en algunos momentos la amplitud media del temblor alcanzó el rango de valores altos", aunque en la actualidad se encuentra "dentro de los valores medios".

"Las fuentes del temblor volcánico afectaron a una gran parte de la zona de cumbres, comprendida entre el Cráter Sureste y una zona al este de los cráteres centrales y las profundidades afectadas cubren un amplio intervalo de la corteza, de entre 1.700 y 2.900 metros sobre el nivel del mar", detalló el INGV.

El Etna reactivó su actividad el pasado domingo, cuando se "convirtió en una fuente de lava", produciendo una nube eruptiva dispersa por los vientos en dirección sur, además de un desvío de la colada hacia el sur del cráter a una altitud de 2.800 metros.

El INGV explicó que estos episodios eruptivos son un fenómeno típico de la reciente actividad del Etna y suelen cubrir de ceniza las ciudades sicilianas a su alrededor. La última había tenido lugar en mayo.

Desde 1977 hasta la actualidad se han producido cientos de episodios similares al actual, incluida la secuencia excepcional de 66 temblores entre enero y agosto de 2000 y unos 50 entre 2011 y 2013.