Los gobiernos de China e India han confirmado que participarán en la reunión de seguridad que se celebrará este fin de semana en la ciudad saudí de Yedá que han organizado las autoridades del reino árabe para tratar la iniciativa de paz de Ucrania para poner fin a la guerra, en un encuentro que enfatiza el carácter mediador que pretende adquirir el Gobierno saudí y del que Rusia ha quedado excluida.

La presencia de China e India es significativa porque los saudíes han invitado a una treintena de países entre los que se encuentran los que forman parte del grupo BRICS junto a Rusia. De momento, China e India han aceptado y queda por ver lo que ocurre con Brasil y Sudáfrica.

Los asistentes al encuentro serán representantes de seguridad y diplomáticos de medio nivel de los países invitados, como el representante especial del Gobierno chino para Asuntos Euroasiáticos, Liu Hui, que encabezará la delegación china, según anunció el Ministerio de Exteriores de China en un comunicado. “China permanece dispuesta para trabajar con la comunidad internacional a la hora de jugar un papel constructivo a la hora de alcanzar un acuerdo político para Ucrania”, hace saber el Ministerio.

La asistencia de India fue confirmada el pasado jueves por el Ministerio de Exteriores, “en consonancia con la posición del país, marcada desde hace mucho tiempo, de que el diálogo y la diplomacia son el camino a seguir”, en palabras del portavoz de Exteriores Arindam Bagchi. No ha trascendido por ahora quién representará a India pero en una reunión previa ocurrida en Copenhague (Dinamarca) celebrada en junio y considerada precedente directo de Yedá, el encargado de la delegación fue el secretario de Exteriores Sanjay Verma.

Con esta iniciativa, Arabia Saudí quiere posicionarse como un mediador de paz en Ucrania tras haber negociado ocasionales intercambios de prisioneros rusos y ucranianos, así como el retorno de niños ucranianos desde Rusia.

Ataque en el Mar negro

Mientras, Ucrania lanzó ayer un ataque con drones contra la península de Crimea y el puerto ruso de Novorossíisk, que albergan las mayores bases de la Flota rusa del mar Negro, y alcanzó uno de sus buques cuando se cumplen dos meses del comienzo de su contraofensiva terrestre en los frentes sur y este.

Medios digitales ucranianos publicaron imágenes de cómo una lancha no tripulada impacta contra el costado de un navío, que la Armada ucraniana identificó como el buque de desembarco ruso Olenogorsky Gornyak. “Podemos confirmar que (el buque) resultó dañado. Pero no puedo decir con qué ni en qué circunstancias”, dijo el portavoz de la Armada ucraniana, Dmitró Petlenchuk.

Rusia admitió el ataque con lanchas no tripuladas contra Novorossíisk, pero aseguró que estas no causaron daños ni víctimas y fueron destruidas por dos buques, entre ellos el Olenogorsky Gornyak, que custodiaban la rada exterior de la base naval. Además, el Ministerio de Defensa ruso informó de un “intento del régimen de Kiev de perpetrar un ataque terrorista con drones de ala fija contra instalaciones en el territorio de la península de Crimea”.

Las fuerzas ucranianas continúan sus operaciones ofensivas terrestres en al menos tres sectores y registran progresos en algunas áreas, en particular en dirección a Melitópol y Berdiansk, en el sur, y a Bajmut, en el este, según el estadounidense Instituto de Estudio de la Guerra (ISW).

Asimismo, en un videomensaje a la población, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, admitió que las tropas rusas oponen una fiera resistencia. “Las batallas son duras, los invasores intentan con todas sus fuerzas detener a nuestros muchachos”, manifestó.