Rusia aseguró ayer que no introducirá de momento la ley marcial en el país tras el ataque con drones contra Moscú, mientras estudia medidas de represalia contra Ucrania, cuyos principales socios se han mostrado divididos sobre si el territorio ruso alejado del frente debe ser un objetivo militar en la guerra. “Pensaremos con calma y coherencia sobre cómo lidiar con esto”, dijo ayer el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al día siguiente de que la capital rusa sufriera su primer ataque masivo con drones y después de que “halcones” como el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, o el líder checheno, Ramzán Kadírov, pidieran dureza en la respuesta rusa e incluso la imposición de la ley marcial en el país.

Kadírov consideró que Rusia, que ha atribuido a Ucrania el “ataque terrorista” en Moscú, debe declarar la ley marcial en el país “y usar todos los recursos de combate para barrer toda esta célula terrorista (de Ucrania) de una vez por todas”.

El Gobierno ucraniano, por su parte, aconsejó a Kadírov que “se vengue personalmente de Moscú y de (el presidente ruso, Vladímir) Putin, y no amenace a Ucrania”. “No fueron los ucranianos quienes arrasaron Grozni con sus habitantes pacíficos con tanques. Fueron los tanques rusos. El pueblo checheno recuerda esto, y para aquellos que lo olvidaron, ¡es hora de recordarlo!”, tuiteó el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov. En todo caso, Peskov recalcó que la imposición de la ley marcial “es enteramente prerrogativa de la máxima autoridad federal. No se han tomado decisiones y no hay discusiones al respecto”.

Tranquilizar a la ciudadanía

El Kremlin intentó tranquilizar a los ciudadanos que se han mostrado preocupados por el hecho de que la guerra haya llegado al corazón de Rusia, al afirmar que las autoridades rusas “continuarán el trabajo para mejorar el sistema de defensa antiaérea”.

El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, admitió que “varias familias acudieron a psicólogos” ofrecidos por el Ayuntamiento inmediatamente después del ataque, que provocó daños menores en algunos edificios y provocó evacuaciones de los residentes de tres portales de uno en concreto, en el suroeste de la ciudad.

El Kremlin lamentó la falta de condena occidental al ataque. “Nos gustaría desde luego escuchar algunas palabras de condena”, dijo Peskov, no sólo en lo que se refiere a la capital, donde se han visto afectadas infraestructuras civiles, sino también respecto a los continuos bombardeos de la región rusa de Bélgorod.

Evacuación de menores

El gobernador de esta provincia, Viacheslav Gladkov, denunció que al menos cuatro personas resultaron heridas en un ataque con cohetes Grad contra la ciudad de Shebékino. También hubo un herido en las afueras de la aldea de Bogun-Gorodok por proyectiles.

Ante el empeoramiento de la situación en la región, el gobernador anunció la evacuación a la ciudad de Voronezh (unos 200 kilómetros de la frontera con Ucrania) de los primeros 330 niños de Shebékino y Gráivorono, distrito este último donde el pasado día 22 paramilitares rusos que combaten del lado de Kiev efectuaron un asalto armado. “Hoy, los primeros 300 niños serán enviados a Voronezh. Intentaré ir a verles ahora”, manifestó, sin más detalles.

Las autoridades rusas ya anunciaron la semana pasada un “reasentamiento” temporal de los habitantes de nueve localidades de la región tras el ataque perpetrado por hombres armados en Belgorod, que dejó al menos un muerto y más de una decena de heridos.

Moscú acusó entonces a las Fuerzas Armadas ucranianas de los ataques en Belgorod, escenario de un incremento de los ataques con artillería y drones durante las últimas semanas, si bien el Gobierno de Ucrania se desvinculó lo sucedido y la autoría fue reclamada por los grupos Movimiento Nacional de la Legión Libertad de Rusia y Cuerpo de Voluntarios Rusos.

En corto

Destruido buque ucraniano. Las autoridades rusas aseguraron ayer haber destruido “el último buque de guerra” con el que contaba la Armada de Ucrania, el ‘Yuriy Olefirenko’, durante un ataque ejecutado el pasado lunes contra el puerto de Odesa, situado en el sur del país.

Central nuclear de Zaporiyia. Las autoridades de Rusia culparon ayer a Ucrania de la “inestabilidad” en torno a la central nuclear de Zaporiyia en plena invasión rusa de Ucrania y aseguraron que sigue estando “bajo amenaza” hasta que Kiev “sea forzado a cumplir con la normativa establecida”.

Frente de Avdíivka. El Ministerio de Defensa ruso informó ayer de que sus fuerzas han avanzado en la zona de Avdíivka, en la región oriental ucraniana de Donetsk. Según el portavoz de Defensa, Igor Konashénkov, las tropas rusas lograron expulsar a las unidades ucranianas de las posiciones en torno a las localidades de Krasnohorivka y Yasinuvata.