El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha anunciado este viernes que no será candidato a la reelección en las próximas elecciones generales de octubre, con un simbólico mensaje en el que ha abogado por "revitalizar" el peronismo con el proceso de primarias en ciernes, del que saldrá la persona que lidere en las urnas a la actual coalición gobernante.
"El 10 de diciembre entregaré la banda presidencial a quien haya sido elegido en las urnas por el voto popular", ha declarado Fernández en un inesperado vídeo, titulado "Mi Decisión" y en el que esgrime que su decisión está fundamentada en una cuestión de regeneración política. "En estos tiempos, más que en otros, necesitamos revitalizarnos", ha hecho saber el mandatario.
En el mismo comunicado, Fernández ha defendido la unidad dentro de la coalición gobernante que lidera, Frente de Todos, "más allá de las críticas internas", en medio de la dura situación económica a la que se enfrenta el país.
"No tengo un solo enemigo (allí)", ha asegurado, antes de declarar todo su apoyo a sus compañeros y compañeras de coalición en el proceso electoral que se desarrollará durante los próximos meses, empezando por la celebración de las primarias nacionales, las PASO, que tendrán lugar el 13 de agosto. Ha prometido implicarse "directamente" en el proceso para favorecer que su sucesor sea también un compañero y "que no volverá la derecha a traer su pesadilla y su oscuridad" a Argentina.
Fernández, quien ha señalado que "nunca" ha antepuesto una "ambición personal" a "la necesidad del conjunto", ha recordado el inicio de su militancia política y las cuatro décadas transcurridas desde la llegada de la democracia a Argentina. También ha aludido a etapas de Gobierno más recientes, como la de Mauricio Macri, que supuso a su juicio un "ciclo de desazón" para el país sudamericano.
El mandatario ha reconocido que "no han sido estos años tiempos fáciles" y ha apuntado que, aunque no ha podido lograr todo lo que se propuso, sí tiene una "certeza": "No tomé una sola medida en contra de nuestro pueblo". "Estoy convencido sin espacio para ninguna duda que tengo que concentrar mi esfuerzo, mi compromiso y mi corazón en resolver los problemas de los argentinos y las argentinas", ha enfatizado.
Ha prometido implicarse "directamente" en el proceso de primarias para favorecer que su sucesor sea también un compañero y "que no volverá la derecha a traer su pesadilla y su oscuridad" a Argentina.
Cuatro años en el poder
Fernández, líder del Partido Justicialista, llegó al poder en diciembre de 2019, tras imponerse primero en las primarias y luego en las elecciones a su predecesor, Mauricio Macri. Como compañera de fórmula electoral, eligió a la expresidenta Cristina Fernández, pese a que ambos habían mantenido abiertas discrepancias en los años previos.
Algunas de estas diferencias políticas han quedado también patentes en estos más de tres años de Gobierno, si bien el presidente ha sido uno de los principales defensores de su 'número dos' en asuntos clave como la condena por corrupción dictada contra ella. Sobre Cristina Fernández pesa también una inhabilitación perpetua, aunque por el momento esta pena no se aplica porque la sentencia no es firme.
Tras el anuncio, dirigentes oficialistas han enviado mensajes de apoyo a Fernández, entre ellos su jefe de gabinete, Agustín Rossi, que ha resaltado que "así entienden y hacen política quienes saben que los lugares se ocupan por y para el pueblo". Por su parte, el ministro de Exteriores, Santiago Cafiero, ha resaltado la "responsabilidad histórica" del presidente, así como su "compromiso con la unidad del peronismo".
La responsable de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, ha dicho en una entrevista en la cadena C5N que Fernández pasará a la historia "como un hombre valiente, sano y limpio". A su juicio, "ha hecho todo lo posible" para que su Gobierno ofrezca soluciones a la ciudadanía.