China prolongó ayer lunes un día más de lo previsto sus maniobras militares en torno a Taiwán con ejercicios centrados en operaciones antisubmarinos y ataques aéreos con embarcaciones como blanco, mientras la isla también se prepara para probar esta semana su preparación defensiva.

Las maniobras chinas comenzaron el pasado jueves en respuesta a la visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, e inicialmente debían concluir el domingo. Sin embargo, a primera hora de ayer el Ejército Popular de Liberación (EPL) anunció su extensión.

El EPL indicó en su canal oficial de la plataforma Weibo que continúa “realizando ejercicios prácticos conjuntos en el espacio aéreo y marítimo alrededor de la isla de Taiwán”.

Las autoridades no especificaron la ubicación de estas maniobras adicionales ni si mantienen en vigor las seis zonas en las que las llevó a cabo estos últimos días y el cierre del espacio aéreo y marítimo de esas áreas, una de ellas situada a apenas 20 kilómetros de Kaohsiung, la principal ciudad del sur de la isla.

Las restricciones aéreas provocaron que desde el pasado jueves más de 900 vuelos internacionales tuvieran que desviar sus rutas a través de Filipinas o Japón para no sobrevolar las zonas de las maniobras, y la cancelación de más de 200, según una fuente del principal aeropuerto de Taiwán, el de Taoyuan, citado por el diario hongkonés South China Morning Post.

TAIWÁN SE PREPARA

Sin embargo, el Ministerio taiwanés de Transporte y Comunicaciones anunció ayer que tanto el tráfico aéreo como el marítimo estaban volviendo a la normalidad gradualmente.

Las maniobras que Pekín ha llevado a cabo en los últimos días en seis zonas alrededor de la isla, con fuego real y lanzamiento de misiles de largo alcance, han sido calificadas por el Gobierno taiwanés como “irresponsables”, además de suscitar numerosas muestras de preocupación en el seno de la comunidad internacional.

Como reacción a los movimientos de China y con el fin de poner a prueba su “preparación para el combate”, la isla autogobernada anunció que llevará a cabo ejercicios militares durante el día de hoy y el próximo jueves en el condado de Pingtung, y que estos incluirán fuego real de artillería.

El Ministerio taiwanés de Defensa denunció ayer que además de los misiles, aviones y buques militares desplegados alrededor de la isla desde el jueves, se detectaron numerosos ciberataques supuestamente procedentes de China, un riesgo que ya había anticipado este departamento en días previos.

LA FRONTERA, EN JAQUE

La cartera castrense sigue monitoreando los posibles cruces de la línea media del Estrecho de Formosa por parte del Ejército chino, algo que ya ha ocurrido en los últimos días, y aseguró que responderá a las acciones de Pekín en función del nivel de la amenaza.

La línea media del Estrecho es una frontera no oficial pero hasta ahora tácitamente respetada por Taipéi y Pekín, por lo que el hecho de que aviones y barcos militares chinos la hayan traspasado ha sido considerado por analistas conocedores de la región como una clara escalada de la presión de China sobre la isla autogobernada.

Esta crisis entre China y Taiwán se desató después de que la semana pasada Pelosi realizara una fugaz visita a la isla pese a las advertencias previas de Pekín, que había advertido de que respondería “con contundencia” a ese viaje. La política, de gira por Asia, estuvo menos de 24 horas en Taipéi, donde entre otras actividades se reunió con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y prometió que EE.UU. “no abandonará” a Taiwán.

Pekín, que calificó la visita de Pelosi de “farsa” y “traición deplorable”, impuso de inmediato sanciones comerciales a la isla, y dos días después del viaje también sancionó a Pelosi y suspendió varios mecanismos de colaboración y diálogo con Washington, entre ellos los de defensa y cambio climático.

Al día siguiente de la marcha de la representante estadounidense el EPL comenzaron las maniobras militares que pusieron en alerta a la comunidad internacional y motivado las peticiones de numerosos Gobiernos de restablecer la calma en el Estrecho de Formosa. Numerosos expertos ya habían predicho que China utilizaría como argumento la “provocación” de Pelosi para aumentar su presión militar sobre la isla de una forma permanente. China reclama la soberanía sobre Taiwán, a la que considera una “provincia rebelde”.