Egipto ha decidido suspender temporalmente su participación en la misión de la ONU en Mali (MINUSMA) después de que siete "cascos azules" de ese país hayan muerto en ataques en lo que va de año, según informó el viernes la organización.

Las autoridades egipcias notificaron hoy a Naciones Unidas la medida, que se hará efectiva a partir del 15 de agosto, explicó a los periodistas el portavoz Farhan Haq.

El egipcio es uno de los principales contingentes de la MINUSMA, con más de un millar de efectivos de los alrededor de 15.000 uniformados que forman parte de la operación, que en los últimos años se ha convertido en la más peligrosa de todas las que tiene desplegadas la ONU alrededor del mundo por los continuos atentados por parte de grupos yihadistas que operan en el país.

La decisión de Egipto, según dijo Haq, se debe a la preocupación por el aumento de ataques contra sus fuerzas que escoltan a convoyes en el norte y centro de Mali y que han resultado en la muerte de siete soldados egipcios en lo que va de año.

El portavoz de Naciones Unidas subrayó que la "seguridad de las fuerzas de paz es un prioridad clave" y dijo que la organización está en conversaciones con el Gobierno egipcio para tratar de subsanar la cuestión.

El movimiento se produce en un momento de especial tensión entre la ONU y las autoridades malienses, que esta semana suspendieron todas las rotaciones de los contingentes militares y policiales de la MINUSMA por "razones vinculadas a la seguridad nacional" y que han limitado la libertad de movimiento de las fuerzas internacionales.

El Gobierno maliense, fruto de dos golpes de Estado en 2020 y 2021, ha tensado en los últimos meses su relación con Naciones Unidas y con parte de la comunidad internacional, mientras que ha reforzado su cooperación militar con Rusia.