La Habana - El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó ayer que “el destino de Cuba no debe ser decidido por EE.UU. o ningún otro país”, aunque advirtió que su país mantendrá su reclamación del derecho del pueblo cubano a decidir su destino. “El futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y no nadie más”, aseveró Obama en una declaración a la prensa tras una reunión de más de dos horas con su homólogo cubano, Raúl Castro. No obstante, Obama advirtió de que los Estados Unidos seguirán presionando en favor de la democracia en Cuba y del respeto de los derechos humanos universales, como la libertad de expresión, de asamblea y de culto religioso.
“Después de cinco décadas de relación difícil, Cuba y Estados Unidos tenemos todavía serias diferencias, como sucede con el tema de los derechos humanos y la democracia, asuntos sobre los que hemos mantenido conversaciones muy francas y sinceras”, afirmó.
El presidente de EE.UU. admitió “carencias” en el ejercicio de los derechos humanos en su país, apuntadas en su intervención por Raúl Castro, y agradeció a su homólogo “ese diálogo constructivo” a medida que los dos países avanzan en la “construcción de una nueva relación”. “Creemos que cuando compartimos nuestras más profundas creencias e ideas al respecto, sobre la base del respeto mutuo, los dos países podemos aprender y mejorar la vida de nuestros pueblos”, subrayó Obama.
Según contó, en su primer encuentro en la Cumbre de las Américas en Panamá, en abril de 2015, Castro le garantizó que podrían hablar de “cualquier tema” y ahora “todos los temas están sobre la mesa”.
“Parte de normalizar nuestras relaciones significa poder discutir directamente sobre nuestras diferencias y por eso estamos satisfechos con el diálogo sobre Derechos Humanos que iniciamos en el último año”, indicó Obama. El presidente de EE.UU. aseguró que está convencido de que el embargo económico que su país mantiene sobre Cuba desde hace más de medio siglo “va a terminar”, aunque no aventuró cuándo. En una comparecencia en el Palacio de Revolución junto a su homólogo cubano, Raúl Castro, Obama sostuvo que el hecho de que cerca de 40 legisladores, entre ellos varios republicanos, le acompañen en este viaje a Cuba es una muestra de que existe cada vez más presión dentro del Congreso de EE.UU. para poner fin al embargo.
Según Obama, esa medida vigente desde hace más de 50 años “no ha servido a los intereses” de Estados Unidos ni a los del pueblo cubano.
depende de los republicanos El gobernante recordó que él ha dictado varios decretos ejecutivos para relajar las restricciones del embargo, pero que su eliminación completa depende del Congreso estadounidense, cuyas dos cámaras controlan en la actualidad los republicanos. También dijo que su Gobierno sigue la evaluación de algunos “aspectos técnicos” del embargo para determinar si es posible flexibilizarlo más. “Lo que hicimos por cincuenta años no sirvió ni a nuestros intereses ni a los cubanos. Si seguimos haciendo algo repetidamente que no ha funcionado, tiene sentido intentar algo nuevo”, indicó el Obama.
En una entrevista con la cadena CNN en Español antes de su viaje a Cuba, Obama anticipó que el embargo a Cuba se eliminará durante la Presidencia de su sucesor, ya sea un demócrata o un republicano. “No vemos a Cuba como una amenaza para Estados Unidos”, dijo también Obama en un momento de la comparecencia junto a Castro tras la larga reunión que mantuvieron ambos en el Palacio de la Revolución
Castro, por su parte, destacó la disposición de su Gobierno a seguir avanzando en la normalización de relaciones con Estados Unidos e insistió en que el embargo sigue siendo el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba. “Ratifico que debemos poner en práctica el arte de la convivencia civilizada, que implica respetar y aceptar nuestras diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relación”, dijo Raúl Castro. Recordó que en los quince meses transcurridos desde el anuncio del restablecimiento de relaciones, ambos países han avanzado en resultados concretos como la restauración del servicio postal directo o de los vuelos directos regulares el próximo otoño, entre otras cosas.
sin el bloqueo, todavía más “Mucho más pudiera hacerse si se levantara el bloqueo de los Estados Unidos”, dijo el presidente cubano quien reconoció no obstante la disposición del presidente Obama y sus reiterados llamamientos al Congreso estadounidense para que se ponga fin a esas medidas.
Calificó de “positivas” las últimas medidas de Washington para aliviar los efectos del embargo, aunque “no suficientes”. “El bloqueo continúa en vigor y tiene componentes disuasivos y efectos intimidatorios de alcance extraterritorial”, indicó Raúl Castro, quien en su reunión con Obama le puso ejemplos para mostrarle las “consecuencias negativas” para Cuba que tienen esas medidas.
Tampoco olvidó Raúl Castro reclamar la devolución de los terrenos de la Base Naval de Guantánamo, que junto al embargo, dijo, son los principales obstáculos para tener relaciones bilaterales plenas.
Mientras, la Vigilia Mambisa, uno de los grupos más radicales del exilio cubano, pasó ayer una apisonadora por encima de varios emblemas del Partido Demócrata de EE.UU., en señal de protesta por la visita de Obama a Cuba. La protesta tuvo lugar frente al restaurante Versailles de Miami, un lugar de encuentro y de manifestaciones de los exiliados cubanos en esta ciudad. En la parte delantera de la apisonadora se veía una pancarta contra Obama: “miserable, traidor, castrista”. - Efe