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“Cada vez hay menos diferencias entre el Partido Conservador y el Laborista”

Británicos afincados en Euskadi dan su opinión sobre las inciertas elecciones generales de hoy en Reino Unido

“Cada vez hay menos diferencias entre el Partido Conservador y el Laborista”afp

Bilbao - Las elecciones británicas están despertando un inusitado interés por la incertidumbre que todavía hoy planea sobre el resultado. Los principales partidos, el conservador y laborista, parten empatados en esta carrera de fondo en la que los partidos minoritarios tendrán la última palabra. David Cameron y Ed Miliband necesitarán hacer pactos si quieren ser primer ministro, y es que parece que las políticas de austeridad y los recortes también han terminado desgastando a las dos grandes formaciones británicas. “Parece que los partidos tradicionales van a tener la votación más baja de su historia”, destaca John Hird, inglés asentado en Gasteiz.

La comunidad británica en Euskadi mira con expectación al norte con un análisis común: “Los grandes partidos se parecen cada vez más”. “Económicamente no hay mucha diferencia entre el Partido Laborista y Conservador. Son pro austeridad y pro recortes”, sentencia John, profesor de la cooperativa de enseñanza English Coaching Projects S.Coop. Para este inglés de Newcastle -nordeste de Inglaterra-, la razón del auge del nacionalismo escocés que prevén las encuestas es que “el Partido Laborista ha abandonado a la clase obrera”. Exvotante laborista, John considera que “el Partido Nacional Escocés (SNP) es más contrario a la austeridad y está diciendo que quiere proteger el estado de bienestar y el servicio de salud público”. “Mucha gente piensa que ojalá tuviéramos un partido como el SNP en Newcastle”, asegura. Desencantados con el Partido Laborista y el Conservador, muchos votantes buscarán alternativas en esta elección -los nacionalistas escoceses del SNP y galeses de Plaid Cymru, los verdes, UKIP- y hay quienes incluso apuestan por la abstención. Los analistas temen que esta sea la opción de muchos jóvenes.

Para Simon Gardner, afincado en Euskadi desde 1977, “Miliband tiene varios problemas: no tiene el respeto de su propio partido; la gente no le perdona que traicionara a su hermano para llegar al liderazgo; era parte del equipo económico que hundió el Reino Unido al inicio de la crisis y la gente cree que actuará igual en el futuro, y no puede formar gobierno sin el SNP”.

Las encuestas otorgan una ligera ventaja en escaños al Partido Conservador, por lo que es previsible que el primer ministro David Cameron sea el primero en intentar formar gobierno. Sin embargo, debido al hundimiento de los liberaldemócratas de Nick Clegg, los analistas apuestan por la opción laboristas/nacinalistas escoceses como la única viable teniendo en cuenta los datos de los sondeos publicados en las últimas semanas. Miliband ha descartado una coalición de Gobierno con los nacionalistas, sin embargo, según Gardner, “todos sabemos que lo hará”.

Los nacionalistas escoceses podrían lograr entre 50 y 59 escaños, convirtiéndose en el tercer o cuarto partido en número de representantes, un escenario que no despierta especial entusiasmo entre algunos ingleses. “Muchos consideran que si los escoceses tienen su propio parlamento no deberían controlar lo que pasa en Reino Unido, donde votarán sobre asuntos puramente ingleses al no tener Inglaterra parlamento. Inglaterra sale claramente perjudicada y las actuales transferencias fiscales se tornarán todavía más fuertes y todavía menos justificadas para los ingleses”, explica Gardner, originario de la ciudad de Bath, en el sur de Inglaterra, y mungiarra de adopción. Gardner asegura que “hay cierto hartazgo entre los ingleses sobre la cuestión escocesa”. Otros, en cambio, se muestran entusiasmados. Es el caso del galés David Robinson: “Cuando era joven era nacionalista y me parece fantástico que el SNP vaya a arrasar en Escocia”.

Temas de debate

El actual primer ministro conservador ha centrado su campaña en la economía. “Cameron cuenta con una revitalización de la economía, con un 6% de paro solamente, pero las fuerzas progresistas marcan otro debate: desigualdad, trabajos poco estables, que quiere acabar con el Servicio Nacional de Salud (NHS)”, sostiene Gardner. Al respecto, John se queja de que “los jóvenes y muchos trabajadores tienen contratos basura”. “En su lenguaje, el Gobierno ha dicho que han liberalizado el mercado, pero la realidad es que los jóvenes y muchos trabajadores tienen contratos sin horas, es decir, cuando el jefe te necesita te llama y solo te paga las horas que has trabajado. A eso le llaman creación de empleo, es un engaño”, sostiene.

El profesor de Newcastle se muestra muy crítico con la gestión del actual gobierno de coalición. “Ha sido un desastre”, sentencia. “Han hecho recortes en el sistema de salud y han hecho una parcial privatización del sistema. En realidad, conservadores y liberales quieren privatizar el sistema, pero no lo dicen, porque eso les haría perder las elecciones. Pero el crimen más grave que han hecho es dividir a la población culpando a los inmigrantes de los problemas del país, cuando todos sabemos que la crisis no es culpa de los inmigrantes, sino de los bancos”, explica.

Tanto John como Robert Hextal, originario de Wolverhampton, cerca de Birmingham, consideran que la irrupción de UKIP -que podría colocarse como el tercer partido en porcentaje de votos- ha provocado el endurecimiento del discurso migratorio de los principales partidos. Sin embargo, “ estos dan más de lo que reciben”, coinciden. “UKIP surgió a raíz del rechazo de buena parte de los ingleses hacia la Unión Europea y su descontrol sobre la inmigración. Eso les ha valido ser tachados de locos y racistas, pero su lenguaje cuaja entre gran parte de laboristas y conservadores. Están captando la insatisfacción con los grandes partidos”, advierte Gardner.