roma. El Papa Francisco anunció ayer, en una carta apostólica, medidas para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo en el seno del banco vaticano: la supervisión, regulación y transparencia se intensificarán en el Instituto para las Obras de Religión (IOR). El decreto establece una "supervisión preventiva" de las actividades financieras, en línea con las recomendaciones de expertos del comité Moneyval, el órgano de control del Consejo de Europa para la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, que recientemente revisó la institución.
Sobre todo se aumentará el control y regulación de los negocios a través del consejo de supervisión Aif. Además una nueva comisión de seguridad financiera coordinará en el futuro la lucha contra el lavado de dinero de las autoridades responsables de la Santa Sede y del Estado Vaticano. Siete miembros de la comisión representarán, además de al consejo de supervisión, a la Secretaría de Estado del Vaticano, la fiscalía general y las autoridades de seguridad.
Francisco está planeando una revisión del IOR dentro de una reforma amplia de la Curia, el órgano de gobierno del Vaticano, según los expertos. Su precedesor Benedicto XVI escribió también en diciembre de 2010 una carta apostólica pidiendo su reforma. En sus 71 años de historia, el IOR ha sido vinculado al fraude y el lavado de dinero en varias ocasiones, y sigue bajo investigación por la Justicia italiana. Sin embargo, en los últimos años ha hecho un esfuerzo por la limpiar su imagen.
Dos gestores de alto rango del banco dimitieron el mes pasado tras el arresto de monseñor Nunzio Scarano, un prelado de alto nivel acusado de haber pagado 400.000 euros (522.000 dólares) a un oficial de inteligencia para que transfiriera de forma ilícita 20 millones de euros desde Suiza a Italia. Scarano está siendo investigado por un supuesto lavado de dinero de más de 500.000 euros retirados en cantidades pequeñas desde sus cuentas en el IOR, para no levantar sospechas en el banco.
Según sus estatutos, el comité puede exigir información a los entes y organismos dependientes de la Santa Sede y el Vaticano, identificar medidas necesarias para la gestión y contención de riesgos de blanqueo de capitales, financiación de terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva, y regular su actualización. "Deseo renovar el compromiso de la Santa Sede en adoptar los principios y ejecutar los instrumentos jurídicos de la comunidad internacional, adecuar aún más el orden institucional para la prevención y lucha contra el blanqueo, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva", comenta Francisco en el Motu Propio.