Los ángeles de Kaczynski
Las elecciones polacas de la semana próxima (9 de octubre) se presentan cada vez más difíciles para el actual presidente -Donald Tusk- porque la piel de cordero que se ha puesto la oposición, el partido radical conservador Derecho y Justicia del exjefe de Gobierno Kaczynski, ha convencido ya a gran parte de la opinión pública. La ha convencido tanto, que en menos de un semestre la ventaja del 20% que tenía Tusk en las encuestas ha descendido al 6%.
La historia política del duelo Tusk-Kaczynski es bien sencilla. Las innumerables injusticias y vejaciones que ha padecido Polonia a lo largo de la Historia a manos de rusos, alemanes y austriacos ha dejado en el alma de la sociedad un poso de odio y rencor que los gemelos Kaczynski (Lech, el presidente, falleció en el 2010 en un accidente de Aviación) supieron movilizar como nadie. El programa de Derecho y Justicia -cuyas siglas en polaco son PyS- consistía casi exclusivamente en un victimismo irredento que reclamaba disculpas e indemnizaciones sinfín a rusos y alemanes; marginaba casi con rabia todo lo no tradicional (desde los homosexuales hasta los judíos); y sobre todo, el liberalismo económico que tanto hacia prosperar a la población urbana que votó a Tusk y criticaba aún más el liberalismo moral de la juventud, los intelectuales y la clase media.
Esta oferta político-sentimental, arraigada especialmente en la población rural, no fue suficiente para cerrarle el paso la presidencia a Tusk, quien ofrecía un mejor porvenir económico y un mejor equipo de colaboradores duchos en economía nacional y administración pública.
La opción aperturista, dinámica y mercantilista de Tusk agradó a los que miraban hacia el futuro y aún agrada a mucha más gente porque el crecimiento económico de Polonia se refleja en la economía personal de casi todos los polacos.
Kaczynski y su equipo han hecho la lectura política correcta de la situación. No sólo renunciaron a las jeremiadas victimistas y los rencores eternos, sino que modernizaron a lo Berlusconi -con bellas jovencitas- su campaña electoral.
Así, aprovechando que los estudios demoscópicos señalan que la inmensa mayoría de la juventud polaca ya no se acuerda de los programas políticos del PyS, la campaña electoral de éste es ahora sumamente vaga y almibarada. Pocas ideas concretas, menos denuncias y ninguna confrontación personal (debates en TV o diálogos cara al público) con los prohombres de Tusk -en su mayoría, universitarios-.
Y como hoy en día todo entra por los ojos en mengua de la reflexión y el sentido común, los carteles electorales y los spots publicitarios del PyS se hacen a base de un grupo de muchachas muy jóvenes, muy agraciadas y muy, muy desconocidas en cuanto a sus 'currículos' políticos. En Polonia a esta cohorte de bellas que dan la cara y la silueta por el antiguo jefe de Gobierno y el PyS las llaman los ángeles de Kaczynski.
De momento ya le han servido a éste para casi equipararse en la expectación de voto. Si también le van a servir para llevarle al cielo del poder, se sabrá el próximo día 9.
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