bilbao. El accidente de Chernóbil tiene muchas diferencias, pero también muchas similitudes, con el de Fukushima. En Japón fue un tsunami el que dejó sin fluido eléctrico a los reactores de la central mientras que en Chernóbil fue un simulacro de corte de electricidad. Pero el resultado fue el mismo. En ambos casos hubo una explosión de hidrógeno y la fusión total o parcial del núcleo. Las autoridades evacuaron también a la población en un diámetro de 30 kilómetros en torno a la central. La diferencia es que la cantidad de radiación liberada hasta el momento en Fukushima es la décima parte de que se liberó en la planta ucraniana. En Chernóbil, su reactor número 4 liberó material radiactivo como el que hubieran producido 500 bombas atómicas como la que lanzó EE.UU. sobre Hirosima en 1945. Hasta ayer, este accidente era el único en la historia en alcanzar el nivel 7, el máximo en la escala de calificación de gravedad de un accidente nuclear.

En la central de Chernóbil murieron 31 personas, 449 fueron hospitalizadas y 135.000 evacuadas. La contaminación asoló tanto a las zonas cercanas como a países vecinos como Bielorrusia, poniendo en estado de alarma a un total de trece estados europeos.

Fueron sometidas a un proceso de descontaminación cerca de 600.000 personas. Un millar recibieron graves dosis de radiación. Cinco millones de personas tuvieron que vivir en áreas contaminadas y 400.000 en áreas muy contaminadas.

Los estudios realizados sobre la incidencia real de la radiación todavía no presenta resultados concluyentes, aunque se sabe que el número de casos de cáncer de tiroides entre los niños de Ucrania y Bielorrusia aumentó de forma importante tras el accidente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de muertes a causa del accidente será de unas 4.000 de entre las 600.000 que recibieron la mayor dosis de radiación y de 5.000 entre los 6,8 millones de personas afectadas, con lo se alcanzarían las 9.000 muertes por cáncer debido al accidente de la central ucraniana.

Otro informe eleva hasta 60.000 los muertos que provocará la radiación y critica que la OMS haya centrado su estudio en Ucrania y Bielorrusia, habiendo sido también afectados otros países europeos.

El cierre definitivo de la planta ucraniana no llegaría hasta el año 2000. Chernóbil es ahora una ciudad fantasma en la que el monstruo duerme encerrado en un sarcófago de hormigón.