CON los ojos cerrados, con sus famosas gafas y sin bigote. Así aparece el jerarca nazi Heinrich Himmler en una fotografía inédita momentos después de su suicidio. La casa de subastas Dreweatt ofrecerá esta imagen al mejor postor el próximo 29 de marzo en Bristol (Inglaterra). La foto fue tomada por el cabo Guy Adderley, del servicio de inteligencia británico, en mayo de 1945 y muestra al lugarteniente de Hitler muerto tras ingerir el cianuro de una cápsula que había ocultado en su boca.
Himmler, al que se ve en la imagen con los ojos cerrados tras sus famosas gafas, había sido detenido por oficiales británicos en un puente junto a otros miembros de las SS e iba a ser interrogado al día siguiente sobre los crímenes de guerra nacionalsocialistas. Después de su muerte se publicaron varias fotos de su cadáver tendido en una cama improvisada, pero Adderley conservó la fotografía que le había hecho.
La colección que ahora subasta la firma Dreweatt junto a otros objetos militares incluye la fotocopia de una declaración oficial que describe cómo Himmler fue entregado al jefe de la inteligencia británica, el mayor Michael Murphy, que le hizo conducir a una casa confiscada de Lüneburgo para ser allí interrogado. Malcolm Claridge, de la casa de subastas, dijo a Efe que hay otras fotografías que muestran a oficiales británicos y rusos en esa casa y en las que Adderley, testigo del suicidio del arquitecto del Holocausto, aparece al fondo.
El suicidio En el momento de su detención por los británicos, el Reichsführer de las temibles SS ofrecía otro aspecto del habitual, pues se había afeitado el bigote, llevaba un parche en un ojo y documentos de identidad falsos. Según testigos de su muerte, un doctor le había hecho abrir la boca y al ver un objeto extraño entre sus molares, introdujo su mano en la boca de Himmler para intentar extraerlo.
Himmler mordió entonces la mano del médico y quebró de paso la cápsula de cianuro. Se intentó inducir al vómito con agua con cal y se le practicó un lavado gástrico, pero todo fue inútil y Himmler evitó así tener que comparecer ante el Tribunal de Nuremberg. Tras el suicidio, los soldados procedieron a fotografiar el cadáver y realizaron una máscara mortuoria para dejar constancia de su muerte. Himmler fue envuelto en una red de camuflaje y enterrado en un lugar no identificado del llamado Brezal de Luneburgo.
Una figura enigmática Para sus cercanos, Himmler era un hombre contradictorio, esquivo y un líder natural, exento de humanidad básica, de espíritu frío y distante; para su biógrafos, es el paradigma de la contradicción. Se dice de él que encontró, al enrolarse en el partido nazi, las posibilidades de poder cumplir sus sueños de "ser alguien". A Himmler le gustaba que se le retratara fotográficamente y, sobre todo, cerca de Hitler, a quien idolatraba y mostraba extrema sumisión. Era, además, fanático de la rutina, el orden, el puntillismo por los detalles y la pulcritud, con una gran capacidad para la organización y administración.