washington. Estaban destacados en Afganistán y concibieron la idea de "divertirse" asesinando civiles. Al decir de las investigaciones preliminares, el sargento Calvin Gibbs reclutó entre sus soldados a un grupo para formar un equipo asesino que presuntamente disparó contra civiles afganos al azar y recogió sus dedos como trofeos. The New York Times ofrece los testimonios de los compañeros de Gibbs en el que relatan los asesinatos del sargento.

Los acusados habrían asesinado a tres afganos en distintos episodios y entre ellos otros están inculpados de haber encubierto los hechos. Incluso se habla de miembros de esa unidad incautaban hachís a civiles para fumar. La base donde estaba estacionados los soldados corresponde a la brigada de infantería Stryker en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán. La "diversión" consistía en lanzar granadas contra los civiles y luego dispararles. Según el expediente, Gibbs de 25 años junto a otro soldado, Jeremy Morlokck, aprovechaban sus tiempos de guardia o patrullas para asesinar civiles afganos.

Por otra parte, el autor del atentado con bomba frustrado el pasado 1 de mayo en Times Square en Nueva York, Faisal Shahzad, de 31 años, era declarado por un tribunal culpable de los diez cargos que se le imputaban y condenado a cadena perpetua.