"Los corsos no estamos en Europa porque somos franceses sino porque somos europeos"
El parlamentario corso confía en que hoy el PNC duplique el número de escaños en la asamblea regional. Crítico con las políticas europeas que defienden el medio ambiente pero no las lenguas autóctonas, tiene la mirada en los modelos de autonomía vasco y catalán
bruselas. Una bandera corsa domina la entrada del despacho de François Alfonsi, el representante del Partido de la Nación Corsa, en la Eurocámara. Nos recibe poco antes de regresar a la isla tras un viaje express a la capital comunitaria. Exultante tras los buenos resultados del pasado domingo por la lista Femu Corsica, confía en que hoy duplicarán el número de escaños en la asamblea regional y que se abrirá la puerta hacia un estatuto de autonomía que dote a la isla de verdadera capacidad legislativa.
Las ideas nacionalistas están más presentes que nunca en Córcega.
Tenemos dos ofertas políticas bien distinguidas e identificadas, Corsica Libera (nacionalistas radicales) y Femu Corsica (moderados), lo que ha contribuido al éxito porque hemos logrado en la primera vuelta un resultado que jamás habíamos soñado. El mejor lo habíamos logrado en una segunda vuelta con un 25%. En esta ocasión hemos llegado al 28%.
¿Qué ha originado este seísmo?
Nuestro movimiento político ha registrado una progresión importante. No es posible comparar con las elecciones regionales de 2004 porque concurrimos todos juntos. En Corsica Libera están muy contentos con el resultado porque el umbral para concurrir en la segunda vuelta es del 7%. Los sondeos les daban un 4-5% y han logrado un 9,36%. A nosotros el inicial nos daba un 12% y hemos logrado un 18,4%. Es un gran éxito.
Los analistas basan su éxito en el cansancio de la población hacia los dirigentes de la derecha y a la buena campaña electoral que han hecho.
Al clarificar nuestra oferta política hemos tranquilizado a los electores. No ha habido ningún clima de hostilidad entre los candidatos nacionalistas como en otra época. Ha habido más confianza, una buena presentación política y una buena campaña. Además, tenemos gente joven y dinámica frente a la clase política corsa, que es extremadamente conservadora y está dominada por el hijo de Roca Serra, candidato de la derecha. Para la gente representamos una nueva esperanza.
¿Cuál es la filosofía del PNC?
Somos un partido que preconiza la autonomía más amplia posible dentro de la UE, con una relación con el Estado francés que sea más transitoria que fundamental. Queremos avanzar progresivamente y pensamos que Córcega a corto plazo debe salir del derecho común francés porque es un país muy centralista y su estructura ahoga nuestras posibilidades de desarrollo y reduce las esperanzas de salvar la lengua corsa. Debemos lograr verdaderos poderes legislativos y comenzar a ganar la soberanía del pueblo.
¿Están condenados a convertirse en la tercera fuerza política o tienen margen de maniobra?
Tenemos margen. Hemos pasado de un 18% en la segunda vuelta en 2004 al 28% en 2010. Nuestra progresión ha sido enorme y se debe a nuestra estructura política. La gente que antes votaba socialista o a la derecha cada vez vota más por nosotros porque hemos cortado con la violencia política de forma clara. Hay un fenómeno profundo que no ha hecho sino arrancar y que va a continuar.
En la última legislatura han tenido 8 asientos de 51. ¿Cuántos esperan conseguir?
Nosotros tenemos 5 y Corsica Libera 3. Si logramos el mismo resultado que en la primera vuelta conseguiremos 9, aunque esperamos pasar a 10 u 11. Corsica Libera tendría 4 ó 5. Así que debemos lograr una quincena de asientos pese a las modificaciones que ha habido en el escrutinio. En junio pasado, para bloquearnos, cambiaron la forma de escrutinio y aumentaron el umbral necesario. Así que vamos a pasar de 8 a 15, pero según las reglas de antes equivaldría a 17. Luego doblaremos.
La abstención es más baja que en Francia. ¿Es un síntoma de que los corsos están más preocupados por la política que los franceses?
Es la expresión de la soberanía del pueblo corso. Los corsos creen que su capacidad de elección se refleja a través de las elecciones regionales. Son las elecciones más importantes para nosotros y por eso hay una fuerte participación. Además en el debate político mantenemos una dinámica que moviliza al electorado y hace que la participación sea mayor.
¿Con quien se entienden mejor?
Con la izquierda, aunque ahora tienen algunos miembros extremadamente reaccionarios que nos son hostiles. Se presentaron cuatro listas, y la que mejores resultados obtuvo fue la de Paul Giacobbi, el más regionalista de la izquierda insular. Si él está en el ejecutivo será más fácil trabajar que si hubiera otro.
¿Qué entienden por autonomía?
Hay que tener en cuenta que estamos en una región en el país más centralista de Europa. Cataluña y País vasco son nuestros objetivos, pero para eso hay que crear una ruptura y que una mayoría corsa lo demande. Vamos a reabrir un diálogo con el gobierno francés y veremos cómo avanza. Por otra parte, tenemos 300.000 habitantes y una economía débil. No es el País vasco, con casi 3 millones de habitantes y una potente economía. Así que nuestro proyecto necesita ir avanzando etapas y consolidándose; trabajar sobre la identidad cultural y relanzar la economía, y para eso necesitamos un estatuto de autonomía y que los nacionalistas lleguen al poder.
¿Mantienen contactos con otras fuerzas autonomistas de Europa?
Por supuesto. Tenemos contactos a través de la Alianza Libre Europea con EA y Aralar, y siempre hemos tenido una relación muy estrecha con el PNV. Nuestro combate tiene que tener dos límites: por una parte, el terrorismo y la violencia política y, por otro, el racismo y la xenofobia. Todos los que entren en medio tienen que reagruparse porque los partidos estatales son muy fuertes y la división es un lujo.
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