Según datos publicados por la Dirección General de Tráfico, en el año 2020, 200.592 jóvenes entre 18 y 20 años, y 71.621 de ente 21 y 24 años se sacaron el carné de conducir durante ese periodo, mientras que en el año 2007 la cifra entre ambas franjas fue de 471.815 en total.
Unos nuevos conductores que, tras varias clases teóricas y prácticas, se incorporan a las carreteras con la ilusión de demostrar todo lo aprendido durante semanas. Si bien, tal y como así lo explican los expertos, cuando se sale de la autoescuela se tiene la teoría muy presente, lo cierto es que eso no lo es todo para circular con seguridad. Además de conocer la teoría, es fundamental practicar con el vehículo.
No solo para consolidar la habilidad y ganar confianza, sino también para desarrollar reflejos, anticipación y toma de decisiones rápidas. Además, practicar refuerza la seguridad, reduce los errores y contribuye a ser un conductor más responsable y preparado, minimizando riesgos en la carretera.
Eso sí, hay que evitar el exceso de confianza. Y es que, tal y como indican desde la DGT "la rutina al volante puede hacernos 'olvidar' algunas normas y adoptar malos hábitos que comprometen nuestra seguridad'. Por ello, desde este organismo han recopilado doce malas costumbres al volante que ponen en riesgo la seguridad
Doces malas costumbres al volante que ponen en riesgo la seguridad
Con una mano
El primero de los malos hábitos del que hablan en la DGT es soltar el volante para apoyar el codo en la ventanilla o dejar la mano 'olvidada' sobre el cambio de marchas. Cuando se conduce, lo correcto es sujetar el volante con ambas manos sobre el mismo, en la posición de las 10:10 de las agujas del reloj. Además, con los brazos un poco flexionados y relajados sobre el volante se tendrá capacidad total de maniobra, especialmente cuando sea necesaria una reacción rápida.
‘Abonados’ al carril izquierdo
Según indican, en vías interurbanas se debe circular normalmente por el carril de la derecha y utilizar el resto de carriles del mismo sentido para adelantar. Un conductor que circule por el carril central o izquierdo puede entorpecer y provocar situaciones de riesgo.
En punto muerto
Avanzar en 'punto muerto' implica la pérdida de tracción y de retención del freno motor, y puede ser peligroso ya que se tiene menos control sobre el vehículo. Además, provoca un mayor desgaste del sistema de frenado. En estos casos, lo correcto es reducir la velocidad levantando el pie del acelerador, dejando rodar al vehículo por inercia, tocar el freno suavemente y reducir a marchas más cortas si fuese necesario, manteniendo siempre una marcha engranad
Mal uso del freno
Los expertos señalan que el freno debe usarse en su justa medida, sin excesos, con suavidad y aplicando la presión necesaria sobre el pedal. En las frenadas de emergencia también es una reacción habitual levantar el pie rápidamente cuando el sistema antibloqueo (ABS) entra en acción y el pedal vibra. La forma adecuada de reaccionar es mantener el pie sobre el pedal a pesar de la vibración y pisar a la vez el embrague para evitar que el motor se pare.
Uso brusco del embrague
Los especialistas de la DGT señalan que es un error frecuente no pisar el pedal a fondo y soltarlo bruscamente en los cambios de marcha, con la consiguiente incomodidad para los ocupantes. También es contraproducente pisarlo durante demasiado tiempo, acelerar antes de soltarlo del todo y mantener el pie apoyado en el pedal durante la conducción, pues desgasta la mecánica.
'Serpentear' entre carriles
"Seguramente todos hemos visto vehículos zigzagueando en vías congestionadas, provocando un riesgo para el resto de conductores", indican desde la DGT. Este comportamiento solamente puede provocar incomodidades, frenadas innecesarias e incluso alcances entre vehículos.
No ‘ver’ a los peatones
Aproximarse a velocidad inadecuada, especialmente con poca visibilidad, no anticiparse ni observar desde antes de la señalización, parar o estacionar en sus proximidades, especialmente vehículos voluminosos o detenerse sobre el cebreado obligando a los peatones a cruzar fuera del paso, son algunas de las malas costumbres más frecuentes.
Sin distancia
La distancia correcta entre dos vehículos debe ser, al menos, de dos segundos respecto a un punto fijo en la vía, y debe ampliarse con mal tiempo o asfalto mojado.
Claxon excesivo
El Reglamento General de Circulación prohíbe a los conductores de vehículos no prioritarios el "uso inmotivado o exagerado" de las señales acústicas, excepto en situaciones excepcionales: para evitar un accidente, en ciertos adelantamientos, en vías estrechas con muchas curvas o en una emergencia.
Sin presión
No revisar periódicamente la presión del aire es una mala costumbre con cierto riesgo para la seguridad: una presión incorrecta altera la estabilidad del vehículo, la distancia de frenado y la propia frenada, y puede hacer que se pierda el control del vehículo. Además, reduce el confort en marcha, y hace que los neumáticos se desgasten más y de manera más irregular
Al teléfono, al volante
Cualquier manipulación del teléfono durante la conducción es un riesgo (y una infracción grave): incrementa el número de errores e infracciones, ralentiza las reacciones y provoca choques y atropellos. Cada año, las distracciones están presentes en el 30% de los siniestros mortales en las carreteras
Sin cinturón de seguridad
El cinturón reduce de tres a uno la probabilidad de muerte en caso de accidente de tráfico y alcanza su máxima eficacia en los vuelcos, donde reduce el riesgo de fallecimiento en un 77%.