Un poco por convicción y otro poco por presión social, el público comienza a poner el punto de mira en las motorizaciones electrificadas. El cambio de tendencia es cada vez más acusado. Descienden las ventas de variantes clásicas de combustión, en especial las de gasóleo (en el León apenas suponen el 5% de los pedidos), y crecen las microhibridadas de gasolina, como las 1.5 eTSI de 115 y 150 CV. SEAT confía en que la nueva propuesta e-HYBRID, que augura hasta 133 km de conducción eléctrica sin emitir dióxido de carbono, contribuya a fomentar el interés por la tecnología hibrida enchufable.
Esta nueva interpretación PHEV combina un motor TSI de gasolina (150 CV), que aumenta de 1.4 a 1.5 litros, y otro eléctrico (115 CV) asistido por una batería más eficiente con 19,7 kW de capacidad neta. La asociación depara un rendimiento conjunto de 204 CV.
Los argumentos a su favor comienzan a pesar casi tanto como las reticencias que la tecnología cabledependiente despierta aún en muchos clientes potenciales. Los defensores de esta modalidad de impulsión mixta recargable, de la que el León es un magnífico exponente, ponen énfasis en las cualidades medioambientales de la misma. Encomian su comedido nivel de emisiones de CO2 , merecedor del distintivo ‘0’ en vez del ‘Eco’ de los Mild Hybrid. También destacan las buenas prestaciones propiciadas por la notable potencia entregada: 220 km/h de punta y 7,7 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. Quien lleva los mandos del vehículo decide qué temperamento mostrará este al seleccionar el modo de conducción adecuado a sus preferencias: a más efusividad (Performance), menos sostenibilidad (Eco).
Otro punto a favor es el bajo coste de utilización que ofrece, siempre y cuando se saque el máximo partido a la parte eléctrica del sistema. Ello requiere disponer de acceso libre a una fuente de suministro para garantizar la recarga de energía eléctrica cuando sea necesaria. De otro modo, el León e-HYBRID, como cualquier PHEV, será un coche de gasolina lastrado por el peso de un motor adicional y de una batería que no se utilizan y por los que se ha pagado un sobreprecio importante.
Reabastecer la batería requiere dos horas y media de conexión a una toma trifásica de corriente alterna de 11 kWh (el anterior e-HYBRID solamente admitía 3,6 kW). La inmovilización se reduce a 26 minutos para cargarla del 10 al 80% si se cuenta con un enchufe de corriente continua de hasta 50 kW. En condiciones óptimas esta versión puede rodar los mencionados 133 km (a un máximo de 140 km/h) arrastrada únicamente por el bloque a pilas. El funcionamiento combinado de ambos impulsores depara hasta 910 km de autonomía.
Esta declinación PHEV del modelo ofrece un notable equipamiento de serie desde el acabado menos ambicioso y costoso (FR XM), dotaciones que progresan en las dos definiciones superiores (FR XL y FR XXL). El SEAT León e-HYBRID tiene a su servicio una amplia variedad de sistemas de ayuda a la conducción y de seguridad activa, pasiva y preventiva. La relación incluye avanzados recursos, como el control de velocidad de crucero adaptativo y predictivo, el sistema de reconocimiento de señales, los asistentes de atascos y de emergencias, el detector de ángulo muerto, el sistema de alerta de tráfico posterior al salir del aparcamiento, el aviso de apertura de puertas a los pasajeros cuando se aproxima otro vehículo… Todos los León montan siete airbags de serie: dos frontales, otro central entre los ocupantes delanteros, dos laterales delanteros y dos de cortina, tanto para las plazas delanteras como las traseras. Esa dotación se puede completar optando por los dos opcionales: airbag lateral posterior, y airbag para proteger la rodilla de quien conduce..