ADIÓS a los prejuicios. Omoda aspira a que los últimos detractores de los automóviles chinos en general cambien de opinión. En China, como en cualquier parte del mundo, hay productos buenos, regulares y malos, pero la joven marca apuesta decididamente por la calidad. Comienza su desembarco en Europa por el mercado español, aplicando una agresiva política comercial. Se presenta con el Omoda 5, un sofisticado SUV de 4,4 metros con estampa sugestiva, dotaciones sin precedentes y precio sin rival: los 27.900 € de partida quedan reducidos a 22.996 (más gastos de matriculación) al financiar la operación y entregar un coche usado a cambio. El modelo arranca con motorización a gasolina de 185 CV, a la que sumará en primavera una variante E5 100 % eléctrica con 204 CV y 430 km de autonomía.

El primer Omoda es, por varios motivos, un coche sorprendente. Para empezar, hasta hace poco nadie sabía de su existencia. Además, como la avalancha de compatriotas chinos –algunos aportan más bien poco– siempre resta brillo a otro estreno más, las expectativas iniciales no eran demasiado altas. Todo ha cambiado al conocer datos del debutante y, sobre todo, cuando este ha llegado a los concesionarios. El Omoda 5 se ha convertido en una grata sorpresa.

Hay coches que ganan en el catálogo y otros a los que este no les hace justicia. El Omoda 5 es de esos últimos. Visto al natural mejora considerablemente la opinión forjada a la luz de una pantalla. De entrada, formula una de esas contadas propuestas estéticas frescas y originales, cualidad especialmente plausible vistiendo el uniforme SUV. En directo, su diseño muestra una identidad propia que desentona del batallón de competidores clónicos.

Posee las suficientes dosis de esbeltez, elegancia y distinción como para que muchas cabezas se giren a su paso. Llama la atención su agraciado rostro, marcado por una falsa parrilla a modo de triángulo invertido; la componen cinco cadenas horizontales de eslabones romboides, mayores a medida que se acercan al paragolpes. Es una lástima que la próxima declinación E5 a pilas renuncie a este vistoso semblante, para optar por un frontal cegado.

El Omoda 5 tiene un tamaño comedido, intermedio entre el de los SUV compactos en torno a 4,3 metros y los de talla media por encima de 4,5. Como todos, dispone de cinco plazas oficiales y cuatro prácticas; habilita un portaequipaje de proporciones regulares que sugiere mayor capacidad de los 360 litros declarados.

Da la sensación de ser un coche bien pensado y bien ejecutado. Los siete años de garantía ofrecidos por el fabricante y las cinco estrellas de EuroNcap que reconocen su seguridad corroboran esa impresión de consistencia. La concepción de la cabina cultiva un estilo minimalista, pero no espartano; de hecho, el modelo destaca por la abundancia de recursos. Tiene de todo, incluyendo detalles inusuales en marcas premium, como el arranque del motor a distancia o la visualización virtual del vehículo en distintas perspectivas en marcha. El Omoda 5 emplea dos pantallas táctiles, una para el cuadro de mandos y otra multimedia; no son tan grandes como las que hoy proliferan, aunque ofrecen un sencillo e intuitivo manejo, ya sea táctil o mediante comandos de voz.

Una breve toma de contacto permite detectar que el comportamiento dinámico responde a lo esperable en un modelo pensado para desempeños familiares. Su motor de combustión entrega a las ruedas delanteras 185 dóciles pero resolutivos caballos; responden bien a la mínima insinuación al acelerador, por más que parezcan más entrenados para trotar con calma y aguantar la sed. A esa austeridad contribuye una transmisión automática de doble embrague con siete relaciones, que hace fácil la conducción; a cambio, no permite la gestión manual ni facilita jugar con el pie derecho buscando el efecto kick down para forzar el engranaje de marcha más corta.

El colofón de la propuesta del Omoda 5 es su mejor cualidad: el precio. La marca china asigna a su primer modelo una tarifa muy comedida. Comienza en 27.900 euros, importe del acabado inicial Comfort. A cambio recibe un equipamiento inusualmente generoso: ayuda al aparcamiento, cámara de visión trasera, arranque sin llave, programador de velocidad activo, asistente de mantenimiento de carril, alerta por presencia de obstáculos en el ángulo ciego, faros led, encendido remoto del motor por medio del mando a distancia, llantas de aleación 18 pulgadas... Desembolsando dos mil euros más, la terminación Premium agrega complementos como climatizador de dos zonas, filtro PM 2.5 (impide el paso de micropartículas), apertura eléctrica del portón posterior, pintura bitono, techo panorámico eléctrico, conexión automática de luces largas e intermitentes con efecto de encendido secuencia, etc.