Enamorado del mundo del motor, y en particular de los vehículos históricos, José Enrique Elvira decidió un día convertir su pasión en profesión. Cocinero antes que fraile, este emprendedor gallego emprendió su andadura profesional en los medios de comunicación, especializándose en información del automóvil. Y después de cubrir numerosos certámenes del sector, Elvira decidió emprender un nuevo rumbo profesional y dedicarse a promover diversos salones locales (Vigo, Madrid, Oporto, Málaga…).

Con diez ediciones a las espaldas, RetroClásica Bilbao es ya una cita obligada en la agenda de las personas aficionadas al motor.

— Tras un intenso año de preparativos y organización, llega por fin RetroClásica Bilbao a las instalaciones del BEC, en la que será su décima primera edición. Es un fin de semana, desde el viernes 11 al domingo 13 de noviembre, que todos los aficionados del norte de España guardan con celo en su calendario. Vamos a disfrutar de nuestra gran pasión, junto a todas aquellas personas a las que nos une un denominador común: la admiración por los vehículos clásicos y lo que sentimos cuando escuchamos su ruido cerca.

¿Admite que el suyo es un público fiel y, además, heterogéneo?

—Si algo caracteriza a este gran salón, y lo diferencia del resto de certámenes similares, es esa especial mezcla de público que se congrega en las instalaciones del BEC. Aunque permanece unido bajo el paraguas del amor por los clásicos, es a su vez variado y variopinto. Incluye desde los aficionados más puristas y amantes de los clásicos de mayor edad y mejor conservación a aquellos que, debido a su juventud, se ven atraídos por vehículos más recientes, pero ya con años suficientes como para pertenecer a ese gran grupo de los youngtimers (los primeros Golf GTi o Sierra Cosworth, por ejemplo). Aunque los protagonistas por excelencia siempre serán los coches y las motos de más de 30 años, que es lo que marca el actual reglamento de los vehículos categorizados como históricos.

Este año, el certamen recupera el aliciente deportivo del Motorshow.

—Como colofón a la gran edición que se espera, llega además la celebración del tradicional Motorshow que siempre acompaña a la RetroClásica, y que en 2021 no se pudo celebrar. También pensamos en quienes buscan espectáculo, adrenalina, algo más de ruido y mucha diversión. Así que sí, esta será la gran fiesta del motor clásico tras la pandemia. Al final, lo que está claro es que todo aquel que asiste a RetroClásica Bilbao es amante del mundo del motor, la gasolina y los vehículos de cualquier tipo… y de todo ello el evento va más que sobrado. Nos vemos en el BEC.