Kia es una de las pocas marcas que se salvan de la quema provocada por la suma de calamidades que asola el sector de la automoción. A pesar de las secuelas de la pandemia, de la carencia de componentes y de las consecuencias económicas del actual conflicto bélico en Ucrania, la firma surcoreana capea el temporal, aprovechando las fortalezas propias y las debilidades ajenas.

Consolida de este modo la progresión evidenciada a lo largo de los últimos años y se acomoda en el top ten de ventas, defendiendo una cuarta plaza hasta hace poco impensable. Tras el primer semestre integra el pelotón de cinco marcas (las demás son VW, Peugeot, SEAT y Hyundai) que, separadas por un puñado de unidades, persigue al líder provisional destacado (Toyota). También ocupa la cuarta plaza en Bizkaia, precedida por Dacia, Hyundai y Renault. Además, la evolución de Kia, que progresa un 13,94% en 2022, contrasta con la tendencia bajista del sector, que decae un 11% de enero a junio.

En un escenario tan convulso como el actual, sometido a múltiples factores difíciles de calcular, nadie quiere aventurarse a hacer pronósticos en firme. No obstante, a la vista de los resultados parciales a mitad del ejercicio, el objetivo inicial de los directivos de la marca de alcanzar las 60.000 unidades en el mercado español se antoja más que factible. Esa cifra comportaría, con toda probabilidad, revalidar el título de líder en el canal de la clientela particular, que absorbe casi dos de cada tres vehículos vendidos por Kia.

El Sportage es una de sus bazas para apuntalar la escalada. La llegada de esta nueva generación ha marcado un punto de inflexión en el declive comercial que experimentaba la entrega saliente en los últimos años, doblando la gráfica hacia arriba. Si en 2021 el modelo deparaba el 18% de las ventas de la marca, hoy ya aporta uno de cada cuatro clientes. Y la tendencia va en ascenso, sobre todo una vez completado el repertorio. El Sportage viene como un tiro: su demanda aumenta un 28,5% en 2022 y suma más de siete mil ejemplares. No hay un rival SUV que iguale ese registro, ni siquiera el Hyundai Tucson, exitoso pariente erigido en líder absoluto no ya de la categoría, sino del mercado total. Por ahora, piensan en Kia.