Evidentemente, fueron bastantes menos, pero no esperarán que la prensa convocante se haga lenguas sobre el pinchazo. Así que a redondear por lo alto tocan. "Una multitud clama contra los indultos y exige la dimisión de Pedro Sánchez" titula a todo trapo Libertad Digital, con un subtítulo donde se viene arriba en la cifra: "Colón acoge a cientos de miles de personas que han pedido la dimisión del presidente del Gobierno". Y puestos a tirar la casa por la ventana, el órgano propagandístico dedica doce piezas al asunto.

En ABC, como no podía ser de otra forma, la concentración ocupa toda la portada. Bajo la foto en tonos rojo y gualda de rigor, este titular: "Clamor contra la entrega de Sánchez al independentismo". Debajo, se aclara cuántos y qué pedían: "Decenas de miles de ciudadanos exigen al Ejecutivo que no se venda a cambio de unos votos".

El Mundo también se resiste a reconocer el fiasco y titula así en primera: "No a los indultos. La manifestación de Madrid desborda las expectativas y lanza un mensaje a Sánchez". Más sibilina, La Razón opta por entrecomillar una de las declaraciones de los que hablaron en el atril y deja para la letra pequeña lo de la asistencia: "Una marea rojigualda tomó ayer la plaza de Colón para mostrar su rechazo a la más que previsible decisión del presidente Pedro Sánchez de indultar a los condenados por los actos del 1 de octubre".

Como vamos a ir viendo, todos esos orgasmos numéricos de las primeras se demuestran fingidos en las columnas y en los editoriales, como este de ABC que empieza por una excusa no pedida: "Lo de menos es si acudieron cientos de miles de personas, como sostienen los organizadores, o si lo hicieron solo unos miles, como sostiene, siempre interesadamente, la Delegación del Gobierno". Ya, ya.

Por ahí derrota también la columnista-cronista de El Mundo Emilia Landaluce: "Seguramente, la manifestación no sería la más numerosa pero sí la más meritoria porque los españoles lucharon una vez más contra los elementos". Y cómo no, Francisco Marhuenda, director de La Razón, apunta en idéntico sentido: "Lo trascendente no es el número, sino que el gobierno socialista comunista tiene imposible avanzar en la mesa de diálogo y no puede repetir el error de aceptar una reforma estatutaria parcialmente inconstitucional con el rechazo del principal partido de la oposición".

Resumiendo lo anotado hasta ahora, el tamaño no importa. Además, añade Luis Ventoso en ABC, las circunstancias no ayudaban: "En un esplendoroso domingo de junio, con treinta grados cascando sobre el asfalto y todavía en los coletazos de la pandemia, puede haber planes más sugerentes que sumergirse en una manifa en el centro de Madrid. Sin embargo miles de personas sacrificaron su ocio para protestar contra Sánchez".

A unos centímetros de papel (o de bits, según el formato), Ignacio Camacho prefiere no llorar por la leche derramada y anuncia ya una tercera marcha: "La próxima marcha de Colón no será por los indultos, que están al caer, sino por lo que viene después en esa 'mesa de diálogo' donde se va a pactar un proyecto de centrifugación del Estado. Por la rebaja del tipo penal de la sedición que demolerá de hecho la sentencia del Supremo, obsequiará a Puigdemont con el permiso de regreso y convertirá en gratuito cualquier motín contra el ordenamiento jurídico".

Federico Jiménez Losantos se suma desde El Mundo a esa idea. Cada mes, una mani en Colón. No es exageración, como verán: "Para frenarlo, será preciso hacer de Colón nuestro Maidan, mes tras mes, cada vez con menos mascarillas, menos complejos de partido y mejor organización. Si ciento veinte mil personas según la policía municipal -veinte mil, según el Tezanos de Marlaska- se echaron a la calle ayer, a la vuelta del verano van a ser muchos cientos de miles los que salgan a la calle contra Sánchez. Y muchas veces".

Dejo para el final a los no satisfechos. El primero en comparecer es el principal imputado de la Kitchen, Jorge Fernández-Díaz, rabiando porque no hubo lo que él mismo llama "Foto del trifachito". Atiendan a sus lamentos: "Aparecer como acomplejados ante quienes no tienen rubor en gobernar con el apoyo de golpistas antiespañoles, a los que deben pagar el favor de llevar a Sánchez al Gobierno y mantenerle en él, es causa y consecuencia de no tener el coraje de dar la batalla ideológica y cultural necesaria para llevar a esta izquierda y a este nacionalismo al basurero de la historia".

Y en El Español de Pedro J. Ramírez, el reconocimiento de que el festejo se quedó en gatillazo. Por supuesto, ya nos lo había advertido él antes: "Porque el hecho de que las cifras de asistencia hayan sido menores que las de la primera manifestación de Colón ha demostrado que, como ya auguró EL ESPAÑOL en su momento, la polémica sobre la convocatoria taparía los indultos. Si algo ha quedado probado es que ni Colón era el lugar adecuado, ni el formato era el apropiado, ni el momento era el preciso". La próxima vez, que le pregunten a él.