El programa Lazos de Sangre dedicó la noche de este miércoles a recordar a Raffaella Carrà cuando se cumple un año de su fallecimiento. El espacio de La 1 que presenta Boris Izagirre realizó un repaso de su vida y entre los invitados con los que contó en plató estuvo Loles León, buena amiga de la genial artista italiana, con la que entabló una buena amistad cuando trabajaron juntas en ¡Hola Raffaella! a principios de los años 90.

La actriz de La que se avecina, que acudió con unos pendientes que le regaló Raffaella, contó una de las anécdotas más divertidas de la noche: recordó que la italiana la invitó a una fiesta de cumpleaños en Cala Piccola (Argentario), su rincón favorito, una playa espectacular y solitaria de aguas turquesas situada en la costa oeste de Italia y que se convirtió en su refugio cuando escapaba del bullicio de Roma.

Loles León decidió agradecer la invitación con un regalo con el que sabía que acertaría. “Yo le llevaba una pata de jamón de Guijuelo, que la volvía loca, y no sabía cómo llevarla en el avión. No me acuerdo quién me dio una bolsa para meter las raquetas de tenis y metí ahí la pata de jamón para que no la vieran cuando pasara el control, que entonces se podía”, relató la actriz.

Cuando llegó provocó el desconcierto en Raffaella Carrà. “Yo arrastraba la pata dentro de la bolsa y me dice: “¿Qué traes?”. Cuando le enseñé la bolsa de raquetas de tenis me suelta: “¡Madonna, esta es una cala para bañarte, no para jugar al tenis!”. Entonces le saqué la pata y se volvió loca. Era como una niña, veía una pata de jamón y se volvía loquísima. Ahí me veis haciendo de cortadora”, terminó de contar Loles León, que quedó muy afectada cuando conoció el fallecimiento de su amiga.