El derbi de Lezama se convirtió en una peregrinación gualdinegra. O sea, el aspecto de las gradas era más propio de Lasesarre que del feudo rojiblanco. No en vano, de los 3.200 espectadores que llenaron el recinto unos 2.500 eran seguidores del Barakaldo, una mayoría abrumadora que habla por sí sola de la ilusión que se ha creado en el entorno de la entidad de Ezkerraldea ante un posible tercer ascenso consecutivo, lo que supondría un hito que quizá no tenga parangón alguno a nivel mundial. De momento, el conjunto de Imanol de la Sota, que en la ruda de prensa de ayer reiteró que su objetivo es “conseguir cuanto antes los 45 o 50 puntos de la tranquilidad y luego ya veremos a qué se puede aspirar”, se ha aupado a la segunda plaza del grupo I, a cinco puntos del líder, la Cultural Leonesa, al cierre de una primera vuelta en la que el equipo fabril ha superado con creces las expectativas. Un subidón que ha reactivado a una masa social del Barakaldo y que ayer no falló en Lezama con un desplazamiento masivo, lo que llevó a cerrar el parking subterráneo una hora antes del inicio del choque y el aparcamiento exterior un cuarto de hora después, por lo que el colapso en los accesos fue llamativo, pero así y todo no produjo mayores incidencias.
Lo cierto es que el Barakaldo jugó en casa por ese plus ambiental en las gradas, lo que maniató a un Bilbao Athletic que sacó la que pude ser su peor versión en lo que va recorrido de curso. El público gualdinegro, del cual una mínima parte pitó los nombres de los jugadores del Bilbao Athletic cuando se pronunciaron por megafonía, empujó a su equipo, pese a que no se podía crecer las tres clarísimas oportunidades de gol que desperdiciaron en el primer acto Kepa Uriarte, por partida doble, y Maroan Sannadi, dos de los mejores futbolistas en el derbi de ayer. El primero ofreció un alto nivel ante su exequipo y el segundo se convirtió en una pesadilla para la defensa rojiblanca, incapaz de frenar al poderoso delantero cedido por el Alavés y que se exhibió en un partido que presenciaron técnicos y jugadores del primer equipo del Athletic. A vuelta de vestuarios, Markel Artetxe abrió la lata con su primer tanto de la temporada y Sannadi puso la sentencia con un gol marcar de la casa. El gasteiztarra, que suena en la órbita del Athletic, cierra la primera vuelta como pichichi del grupo I gracias a sus once dianas y en toda la Primera RFEF solo le supera Gonzalo García, delantero del Real Madrid Castilla con 14 goles. Maru, Maru, el cántico de la hinchada gualdinegra cuando Sannadi dejó el césped.
