Fumata blanca. 24 horas después de que Aitor Larrazabal respondiera a la Junta Directiva del Gernika que no aceptaba la oferta para renovar como entrenador del conjunto blanquinegro, por lo que la entidad foral, que ya manejaba esa negativa, se ha tenido que mover de manera rauda para buscar a un nuevo inquilino para su banquillo, que recaerá, según ha adelantado DEIA a primera hora de la tarde, en la persona de Germán Beltrán (Alcañiz, 26 de octubre de 1979), con el que las negociaciones están muy avanzadas y solo faltarían los pertinentes flecos para sellar el pacto, que ligaría a ambas partes para la próxima temporada, en la que el Gernika volverá a competir en Segunda RFEF después de no superar su eliminatoria de play-off ante el Real Avilés y, además, repetirá en la Copa, donde ha completado un notable papel después de apear en la primera ronda al Leganés, equipo de LaLiga SmartBank, y plantar cara en la segunda al Celta, de la máxima categoría.

Beltrán, que ya estuvo hace un año en la terna de candidatos a dirigir al Gernika, afrontará su tercera experiencia como primer entrenador después de colgar las botas en 2017, entonces como futbolista del Portugalete, club en el que ejerció de segundo técnico con Aitor Calle y Carlos Docando. Tras esta etapa inicial en el conjunto jarrillero, recaló en la estructura del Barakaldo, donde coincidió precisamente con Aitor Larrazabal. Con este como director deportivo fabril, el turolense cogió en diciembre de 2020 las riendas del primero equipo aurinegro en plena pandemia y con el equipo en la parte baja de la extinta Segunda División B, pero fue víctima de la crisis deportiva de aquel Barakaldo y solo duró 43 días, tres partidos, en el puesto. Una temporada después regresó al Portugalete con la misión de lograr el ascenso a Segunda RFEF, objetivo que acarició durante muchas jornadas pero una mala racha le llevó a perder el liderato, por lo que fue destituido sorprendentemente a falta de dos jornadas para que expirara la liga regular.