En 2003, cuando contaba con 18 años, recaló en el Manchester United para lanzar su reputación hacia todos los rincones del planeta. Old Trafford asistió al nacimiento de una estrella. En 2008 era proclamado mejor jugador del mundo y seguido fue reclutado por el Real Madrid como traspaso más caro de la historia: 94 millones de euros. Ahora, 19 años después y consagrado como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, en ese mismo lugar que le vio proyectar su reputación, Cristiano Ronaldo se apaga.

Cerca de cumplir los 37 años que hoy posee, Ronaldo advertía de sus intenciones de futuro en ESPN: “Genéticamente hablando, no voy a decir que me siento como si tuviera 25 años, no hay que exagerar. Pero es como si tuviera 30. Cuido de mi cuerpo y de mi mente. Estoy feliz. Quiero continuar y ver qué pasa: si consigo jugar a los 40, 41, 42… Pero lo más importante es disfrutar del momento”

Ese “momento” es cualquier cosa menos disfrute para el portugués. La llegada de Erik ten Hag al banquillo del United ha ahondado una mala situación arrastrada desde la pasada temporada, cuando los Diablos Rojos se quedaron fuera de la Champions League. Varias voces situaron a Ronaldo fuera del club, solo un año después de regresar cual hijo pródigo para revitalizar el proyecto deportivo de una entidad que vive alejada de las no tan distantes épocas de éxito. Se decía que el delantero no aceptaría la ausencia en su competición fetiche, donde encabeza el registro de goles, con 140. Finalmente Ronaldo se quedó como abanderado del intento de recuperar la gloria perdida del United.

No obstante, CR7 está viviendo una situación inédita desde que fuera elevado a los altares. De los doce encuentros que ha disputado el United en la Premier League, ha tomado parte en ocho, en dos no ha comparecido y se ha perdido otros dos por problemas físicos. De los ocho que ha jugado, ha sido titular en tres, anotando un solo gol. Sus registros mejoran en cuanto a participación en la Europa League, donde ha concursado en los cuatro encuentros celebrados y en todos ellos partiendo desde el once inicial, aportando un gol y una asistencia. En cualquier caso, números por pobres que están frustrando al luso.

El miércoles, cuando los devils vencían por 2-0 al Tottenham, Ronaldo se marchó al vestuario sin gozar de minutos. Ten Hag, según confirmó en la rueda de prensa posterior, reclamó al delantero para jugar los minutos finales y este se negó y se dirigió a la caseta. Incluso, Ronaldo abandonó el vestuario antes de que sus compañeros llegaran tras el choque.  

“Estaba allí, lo he visto, pero no hablé con él. No presto atención a eso. Me ocuparé del tema de Cristiano Ronaldo mañana –jueves–, no hoy; ahora estamos celebrando. Quiero mantener el foco en el equipo. Fue magnífico lo de los once jugadores, también la actuación de los suplentes”, declaró Ten Hag al concluir el duelo.

"Es la segunda vez y hay consecuencias"

El gesto de Ronaldo ha tenido castigo. “¿Cristiano? Es la segunda vez y hay consecuencias”, ha dicho hoy Ten Hag, en la previa del nuevo enfrentamiento de liga. En paralelo, el club ha informado: “El delantero de 37 años no formará parte de la convocatoria para el partido ante Chelsea”. “Será un tiempo de reflexión para él”, ha añadido por su parte el técnico, quien aunque aseguró que “sigue siendo un jugador importante en la plantilla”, también ha apelado a su jerarquía: “Yo soy el entrenador, soy responsable de la cultura aquí y tengo que establecer normas y valores, y tengo que controlarlos”. La indisciplina también ha provocado una multa de 1,15 millones de euros.

Las palabras de Elma Aveiro, hermana de Cristiano, no ayudan a aliviar la tensión. “Ya vais tarde”, manifestó en las redes sociales días atrás exigiendo la destitución de Ten Hag. En las últimas horas ha publicado: “No hagas lo que no quieres que te hagan, ya que el karma existe... y Dios nunca duerme”. Mientras Ronaldo vive el peor momento de su carrera, al menos en cuanto a cifras. El lugar que le vio convertirse en estrella puede ahora ver su ocaso. Quizá esa voluntad de prolongar su trayectoria no pase por Manchester, donde es amado, aunque se dice que del amor al odio hay un paso, y Cristiano va a contrapié.