Bilbao - “Probablemente este sea mi último equipo y me gusta que la última página de mi currículum sea como seleccionador de Euskadi”. Así de concluyente se presentó Javier Clemente como nuevo técnico de la Euskal Selekzioa. Ayer, a sus 68 años, el de Barakaldo echó la vista atrás para recordar que “comencé a entrenar en el fútbol de Primera en los 80 con el Athletic y estamos en 2019 y sigo entrenando. Son 39 años en los que solo he estado dos sin entrenar”. España, Serbia, Camerún y Libia, en cuanto a selecciones, dan fe de ello, al igual que los leones a los que hizo campeones de liga o Copa, además de pasar por los banquillos del Atlético, Espanyol, Betis, Real Sociedad, Sporting, Tenerife, Olympique de Marsella, Murcia y Valladolid. Pero la edad pasa factura y Clemente reconoció haber pensado ya en su retirada. Aunque rectificó a tiempo: “Un entrenador se jubila cuando no le llama nadie y yo no estaba en activo cuando se pusieron en contacto conmigo desde la Federación. Y tampoco me podía negar porque es la quinta selección que voy a dirigir y de la que más me enorgullezco. Es un orgullo ser seleccionador vasco”.
En el nuevo horizonte de Clemente aparece el encuentro que Euskadi jugará en Ciudad de Panamá el próximo 29 mayo. Es decir, todavía faltan más de tres meses para su estreno en el banquillo tricolor, pero el de Barakaldo ya tiene bien masticado su objetivo: “Iré a ganar, pero me gustaría que el fútbol vasco se diferenciara un poco del resto, quiero que el fútbol vasco marque una línea que lo identifique”. Para ello, el nuevo seleccionador reconoció que “se necesita tiempo”, pero también admitió que Euskadi cuenta con los mimbres necesarios para conseguirlo: “Nuestros jugadores tienen un nivel alto, de primer nivel y de poder jugar Mundiales. De hecho, estaríamos en el grupo A de las grandes selecciones”. Sin embargo, para alcanzar esa cota tan elevada, Clemente reconoce que tendría que llevar a los máximos exponentes del fútbol vasco: “Mi intención para el partido contra Panamá es convocar a los mejores jugadores que tiene Euskadi en estos momentos. Es más, vamos a hacer la solicitud para 7 u 8 futbolistas que están en el extranjero; otra cosa es que puedan venir”. Y es que nuevo seleccionador reconoce que el hecho de que la tricolor no juegue partidos oficiales dificulta que los equipos de otras ligas se desprendan de sus jugadores. “Pero en Primera tenemos a cuatro equipos vascos y eso quiere decir que tenemos suficientes jugadores de primer nivel”, concluyó.
La diáspora, convocable El afán de Clemente por reunir en la Euskal Selekzioa a los mejores jugadores vascos más allá de las fronteras de la tricolor y es que ayer el propio técnico anunció que propondrá a la Federación Vasca de Fútbol “poder convocar a los hijos y los nietos de los vascos de la diáspora que emigraron”. El de Barakaldo fue contundente al advertir de que “para mí, los hijos de la gente que tuvo que irse de Euskadi también son vascos, así que por qué no van a poder venir. Puede ser una gran apertura para los equipos vascos”. De hecho, Clemente admitió que “cuando esto mismo se propuso en Ibaigane hace muchos años ya, yo ya dije que sí. Pero es mi criterio y en la selección no vale solo mi criterio; igual luego en la Federación me lo echan todo para atrás”.